Durante el encuentro, su Eminencia señaló que las Fuerzas Voluntarias son la manifestación de la grandeza del pueblo iraní y la fuerza nacional efectiva de Irán, y agregó: «Para los amigos del sistema islámico y la Revolución del país, las Fuerzas Voluntarias son un medio y motivo de satisfacción, esperanza y confianza; mientras que para los enemigos y todos aquellos que le desean mal al país y al sistema islámico, son motivo de rencor y temor. Pero las Fuerzas Voluntarias -en verdad- son la manifestación de la determinación, resistencia, orgullo y poderío del sistema islámico.»
 
El Líder Supremo le explicó a la multitudinaria congregación, los métodos engañosos e inaceptables de la arrogancia mundial, la cual está encabezada por Estados Unidos, y enfatizó: «La resistencia del poderoso pueblo iraní es la única manera de detener y desilusionar al enemigo.»
 
El Ayatolá Jamenei, además, reiteró su total respaldo al gobierno, y agregó: «En el tema nuclear hay que tener en cuenta los límites para no sobrepasarlos, ni retroceder -ni siquiera- un tan solo paso en la reivindicación del derecho del pueblo iraní.»
 
Su Eminencia señaló la coincidencia de la ''Semana de las Fuerzas Voluntarias'' con el aniversario de la gran hazaña de Zainab Al-Kubra (P), y agregó: «La proeza de Zainab (P) perfeccionó la epopeya de Ashura. En verdad, fue la hazaña de Zainab (P), la que revivió e hizo que se conservase la epopeya de Ashura.
 
La grandeza de la obra de Zainab (P) solamente se puede comparar con la epopeya de Ashura, porque esta gran señora del Islam y la humanidad fue como una cúspide imponente que resistió ante todas las calamidades y amargos sucesos, y de esta manera, se transformó en un modelo permanente de liderazgo.»
 
El Líder Supremo dijo que las agudas y espontáneas alocuciones de esta dama de hierro ante la gente de Kufa; en el palacio de Ibn Ziâd y ante Yazid, le han hecho acreditadora de un estatus de grandeza, gloria y poder, de la misma forma que sucedió con el Imam Husein (P) en el día de Ashura.
«El resultado de la resistencia de la noble Zainab (P) creó una corriente a lo largo de la historia que enseña a cómo moverse y resistir en el camino de la verdad», agregó.
 
Asimismo, el Ayatolá Jamenei enfatizó: «Nuestro modelo y rumbo a seguir debe ser el mismo del movimiento de Zainab (P) y nuestro objetivo debe ser la grandeza del Islam y la sociedad Islámica y la esplendor del ser humano.
 
El Líder Supremo de la Revolución Islámica dijo que el elemento principal que se necesita para tener un espíritu como el de la noble Zainab (P) y los profetas, imames, creyentes, y hasta para la gente común es creer con todas las fuerzas en la veracidad de las promesas divinas, y el Sagrado Corán, enfatiza este hecho.
 
«De acuerdo al texto coránico, la tierra es un lugar de pruebas, y Dios promete otorgarle la victoria a los creyentes que enfrenten al enemigo con determinación, férrea voluntad; a quienes resistan ante la hostilidad militar, política y económica del enemigo», agregó.
 
El Ayatolá Jamenei señaló que el sistema de la República Islámica tiene una serie de objetivos, entre los que destaca el desarrollo y el llegar a convertirse en una gran civilización islámica. Posteriormente, su
 
Eminencia planteó algunas preguntas: «¿Acaso el hecho de que la República Islámica insista en el desarrollo significa que posee un sistema que busca la guerra? ¿Acaso significa que quiere tener problemas y conflictos con todos los pueblos y gobiernos del mundo, tal como repiten una y otra vez algunos enemigos del pueblo iraní, y principalmente como dice el hocico siniestro e impuro del perro rabioso de la región, es decir, el régimen sionista de Israel?»
 
Su Eminencia señaló que esta pretensión del enemigo es contraria a la visión y maneras islámicas porque el objetivo del sistema islámico es la justicia, bondad y cooperación con todos los pueblos del mundo, tal como nos lo enseña el Islam, el Corán, el Profeta Muhammad (PB) y los Imames Inmaculados (P).
 
El Líder afirmó que la verdadera amenaza del mundo son las fuerzas artífices del mal, entre las cuales están el régimen falso de Israel y sus patrocinadores, y agregó: «El sistema islámico siempre ha buscado tener relaciones amistosas con todos los pueblos y ponerse al servicio de ellos. El sistema islámico ni siquiera tiene enemistad con el pueblo estadounidense aun cuando su gobierno es arrogante, enemigo, malévolo y enormemente hostil hacia Irán y el sistema islámico.»
 
Hablando sobre el calificativo que se le da a las potencias hegemónicas, es decir ''la arrogancia mundial'', el Ayatolá Jamenei explicó: "El vocablo ''estekbâr'' (arrogancia) es islámico; la estructura de la arrogancia siempre ha sido la misma, una estructura invariable, sin embargo sus métodos siempre han sido diferentes y cambiantes."
 
Su eminencia enfatizó que cuando se lucha en contra de la arrogancia en cualquier área que sea, se debe proceder sensata y perspicazmente, siguiendo una programación detallada.
 
El Ayatolá Jamenei describiendo el comportamiento de la arrogancia mundial, dijo que una de las características de dicho sistema es considerarse superior a los demás, y agregó: «Cuando un sistema internacional, un país, se ve a sí mismo como el principio, fundamento y eje, suele tener conductas peligrosas en las relaciones internacionales, piensa que tiene derecho de intervenir en los asuntos de otros países y de imponer sus valores a otros pueblos. Además, esta clase de sistemas como producto de su arrogancia, se ven a sí mismos como los administradores del mundo. Como ejemplo de ello, basta escuchar a los gobernantes norteamericanos que hablan de tal forma que parecen ser los propietarios de la voluntad de las naciones y dueños de la región y del mundo entero.»
 
Su Eminencia dijo que no aceptar la verdad ni los derechos de los demás, es también otra de las consecuencias de la arrogancia y de considerarse superiores, y agregó: «El tema nuclear de Irán es un ejemplo claro de la oposición de las potencias hegemónicas a los derechos de los pueblos; en cambio cualquier persona o país sensato acepta los argumentos de otros cuando estos son lógicos.»
 
El Líder Supremo de la Revolución Islámica manifestó que otra característica de la arrogancia mundial es pensar que le está permitido cometer crímenes contra otras naciones, y agregó: «El sistema de la arrogancia es opresor con aquellas naciones y pueblos que no se le someten, y creen que les está permitido cometer toda clase de crímenes contra ellos».
 
El Ayatolá Jamenei señaló que hay infinidad de ejemplos de estos crímenes, y citó algunos de ellos: «El trato repugnante que se les dio a los nativos en Norteamérica, los crímenes de los ingleses contra los nativos australianos, y la esclavitud de diferentes pueblos africanos a manos de los norteamericanos; pero uno de los ejemplos contemporáneos lo constituyen las bombas atómicas que Estados Unidos le lanzó a Japón.»
Su Eminencia recordó que en la historia de la humanidad, solo dos veces se han usado bombas atómicas, y ambas han sido lanzadas por los estadounidenses, en contra del pueblo de Japón; y agregó: «A pesar de ello, ahora los estadounidenses piensan que son los responsables de regir el tema nuclear en el mundo.»
 
El Líder Supremo dijo que otra de las características de la arrogancia es la matanza y tortura indiscriminada de los pueblos de Vietnam, Irak, Pakistán y Afganistán, y agregó: «La gente de Guantánamo y Abu Ghurai aún no logran olvidar las repulsivas torturas de los estadounidenses.»
 
El Ayatolá Jamenei señaló que es necesario conocer las características del sistema de la arrogancia mundial para saber cómo enfrentarlo, especialmente, características como el engaño y la hipocresía, y reiteró: «Ellos suelen disfrazar sus crímenes de ''servicios a la humanidad'', y este es uno de sus métodos actuales.»
 
Su Eminencia enfatizó que Estados Unidos para justificar su ataque atómico a Japón, suele decir que si ellos nos hubiesen asesinado con sus bombas atómicas a 200,000 japoneses en Nagasaki e Hiroshima, la II Guerra Mundial no habría terminado y habrían muerto 10 millones de personas más, y enfatizó: «Es decir, que Estados Unidos quiere hacerle creer al mundo que con esta hecatombe le ha prestado un gran servicio a la humanidad.»
 
El Líder Supremo dijo que esta es una mentira que causa asombro y un gran engaño que se repite constantemente, ya que los documentos históricos muestran que algunos meses antes de que Estados Unidos le lanzase las bombas atómicas a Japón, ya se había suicidado Hitler -uno de los pilares de la II Guerra Mundial- y había sido capturado Mussolini -otro de los pilares de dicha guerra- y que hacía 2 meses que los japoneses habían manifestado su disposición para rendirse.
 
Su Eminencia, agregó: «En realidad, Estados Unidos solo quería probar sus nuevas armas nucleares en un campo real, y eso es lo que hicieron con la matanza en Hiroshima y Nagasaki, pero hoy quieren hacerle creer al mundo que con esta hecatombe le han prestado un gran servicio a la humanidad.»
 
Por otra parte, El Ayatolá Jamenei señalando la actitud hipócrita de Estados Unidos en el tema de las armas químicas en Siria, dijo: «Ellos mismos en el pasado abastecieron al régimen de Saddam Husein con armas químicas; además mataron a 300 personas en el ataque a un avión de pasajeros de Irán, y todos estos son algunos de los crímenes del régimen norteamericano y de las características de la arrogancia.»
 
Al final de su discurso, el Líder Supremo de la Revolución Islámica dijo que con la ayuda de Dios, la nación de Irán soportará las presiones, transformándolas en oportunidades.
 
Al comienzo de este encuentro, el comandante de las Fuerzas Armadas de la República Islámica de Irán, brindó un informe de los logros y actividades de las Fuerzas Armadas y las Fuerzas Voluntarias (Basich).