Durante el encuentro, su Eminencia afirmó que en la actualidad, lo más importante es el tema de la unión de los musulmanes, y agregó: «Aun con la existencia de todas las conspiraciones, el futuro de la nación islámica bajo el amparo de la unión, conocimiento y despertar islámico, es brillante y alentador y lo que el Profeta del Islam (PB) espera hoy del Mundo Islámico es justamente eso.»
El Líder Supremo expresó sus felicitaciones en ocasión de la celebración de los benditos natalicios del Profeta Muhammad y el Imam Sadiq (La paz sea con ambos), y manifestó que el librarse de las asunciones e ilusiones y luego esforzarse para liberarse del despotismo de los gobiernos tiránicos y contribuir a la creación de un gobierno justo son «dos métodos básicos del Islam para la liberación del ser humano.»
 
«Las naciones musulmanas deben esforzarse por la creación de la libertad interna e intelectual para lograr la independencia política, el establecimiento de gobiernos populares, la instauración de la democracia religiosa y el poder actuar en base a le ley islámica, y de esta manera conducirse a sí mismo a la libertad, que constituye la visión del amado Islam», agregó.
 
El Ayatolá Jamenei señaló que las conspiraciones y movimientos de los enemigos para impedir la verdadera libertad y felicidad de la comunidad islámica mundial (Ummah) son complejos y multidimensionales, y enfatizó: «Crear discordia entre los musulmanes es el eje de las conspiraciones de las potencia arrogantes.»
 
Su Eminencia manifestó que los 65 años de esfuerzos por hacer que Palestina quede relegada al olvido e imponer la existencia del régimen falso, criminal y usurpador, sionista sobre las naciones musulmanas es un ejemplo de los esfuerzos absolutistas de Estados Unidos y otras potencias opresoras, pero la guerra de 33 días de Líbano y las de 22 días y 8 días de la franja de Gaza demostraron que algunos gobiernos prácticamente son guardianes de los intereses de los extranjeros, pero las naciones musulmanas cuidaron inteligentemente la esencia y existencia de Palestina, propinándole una bofeteada al régimen sionista y a sus patrocinadores.
 
«Uno de los objetivos de los enemigos es que la Ummah sea negligente respecto a la cuestión palestina y segundo crear guerras internas, aumentar las discrepancias y diferencias y propagar el pensamiento extremista y fundamentalista de los takfirís», agregó.
 
El Líder Supremo lamentándose profundamente, manifestó que algunos takfirís en vez de prestarle atención al perverso régimen sionista, en nombre del Islam y la ley Islámica descalifican a la mayoría de musulmanes, considerándoles «incrédulos» y preparan el terreno para la guerra, la discordia y la violencia.
 
«Es por eso que la existencia de estas corrientes takfirís son ''buenas nuevas'' para los enemigos del Islam», reiteró.
 
Su Eminencia citó la aleya coránica: «[Los musulmanes] son severos con los incrédulos y cariñosos entre sí.» Y enfatizó: «La corriente takfirí ignora este mandamiento de Dios y al clasificar a los musulmanes en ''musulmanes'' e ''incrédulos'', crean conflictos entre ellos.»
«¿Acaso alguien puede dudar de que la creación de esta corriente, su apoyo logístico, armamentístico y material, es una obra de los perversos servicios de inteligencia y gobiernos arrogantes y sus lacayos?», cuestionó el Líder Supremo.
 
El Ayatolá Jamenei señaló que la corriente takfirí es un gran peligro para el Mundo Islámico y exhortó a los países islámicos a mantenerse vigilantes y ser completamente inteligentes al respecto.
Su Eminencia dijo que lamentablemente algunos gobiernos musulmanes no prestan atención a esta cuestión y no entienden las consecuencias de apoyar esta clase de corrientes, y agregó: «Dichos gobiernos están jugando con fuego y el fuego los terminará quemando a ellos mismos.»
 
El Líder Supremo de la Revolución Islámica señaló que acrecentar las discrepancias entre sunitas y chiitas y los conflictos internos entre las naciones musulmanas ha sido la reacción de las potencias opresoras mundiales -en los últimos cuatro años- ante el incremento del ''Despertar Islámico'' en algunos países.
 
«Las potencias arrogantes se esfuerzan por aplacar la ola del ''Despertar Islámico'', crean conflictos y guerras entre las distintas escuelas de pensamiento islámico y después escogen minuciosamente algunas imágenes de los actos más abominables de las corrientes takfirís -como el masticar el hígado de los hombres asesinados- para mostrarlas y hacerlas pasar como ''Islam'' y manipular así la opinión pública mundial», explicó.
 
«Sin duda algunas, estas, no son cuestiones improvisadas, sino que las potencias mundiales las han planificado y organizado con mucha anticipación», agregó el Ayatolá Jamenei.
Su Eminencia dijo que todos los musulmanes -sin importar la escuela de pensamiento a la que pertenezcan- tienen la enorme obligación de confrontar todo aquello que sea factor de desunión, y reiteró: «Las personalidades del ámbito político, científico y religioso tienen la gran responsabilidad de fomentar la unión entre los musulmanes.»
 
Asimismo, el Líder Supremo exhortó a los eruditos del Mundo Islámico a tratar de evitar que las naciones musulmanas caigan en la trampa de las discrepancias sectarias y religiosas; posteriormente, instó a los intelectuales y científicos de las universidades a que le expliquen a los estudiantes, la importancia de los objetivos islámicos; y finalmente invitó a los estudiantes y políticos destacados de los países islámicos a apoyar a la gente y alejarse de los extranjeros y de los enemigos del Islam, y enfatizó: «En la actualidad, la cuestión más importante en el Mundo Islámico es la unión.»
 
Al final de su discurso, el Ayatolá Jamenei manifestó que la victoria de la Revolución Islámica y la solidez del modelo de la República islámica aun con la existencia de diversas conspiraciones en su contra -por parte de la arrogancia y hegemonía mundial- durante los últimos 35 años, es una de las señales esperanzadores para la comunidad islámica mundial, y enfatizó: «Con la ayuda y favor de Dios, el pueblo iraní y el sistema islámico cada día será más fuerte y sus raíces más profundas y robustas.»
 
Antes del discurso del Líder Supremo de la Revolución Islámica, el Presidente Hassan Ruhaní felicitó al Líder, a los invitados de la Conferencia Internacional de la Unidad Islámica y a todos los presentes, en ocasión de la celebración de los benditos natalicios del Profeta Muhammad y el Imam Sadiq (La paz sea con ambos), y recordó que en la época preislámica, Arabia estaba hundida en la absoluta oscuridad cultural, social y política, y que el nacimiento del Profeta trajo la luz y la misericordia, tanto a esas tierras como al mundo entero, colmando de felicidad la historia de la humanidad.