El Ayatolá Jamenei, Líder Supremo de la Revolución Islámica, se reunió el lunes por la mañana con los funcionarios a cargo de los campamentos Rahian-e Noor. Durante el encuentro, Su Eminencia dijo que visitar las zonas en que se desarrollaron las operaciones de la Defensa Sagrada es un acto innovador, correcto, divino y revolucionario, que contribuye a que la gente y las nuevas generaciones del país se familiaricen con las características sobresalientes de la gran e histórica Época de la Defensa Sagrada.
El Líder Supremo de la Revolución Islámica señaló que el olvido y la distorsión son dos grandes inconvenientes y peligros que se encuentran al acecho de cualquier gran evento histórico, y agregó: «Las personalidades destacadas, intelectuales y funcionarios encargados del tema de la Defensa Sagrada no deben permitir que esta epopeya sea relegada al olvido y a la distorsión. Para ello, deben recurrir a una adecuada presentación de este tesoro cultural y mostrárselo a la gente de una manera metódica y esmerada».
El Ayatolá Jamenei describió al olvido como el primer gran daño para la nación islámica (Ummah) y refiriéndose a la cuestión de Palestina, declaró: «Hoy en día, la arrogancia mundial intenta relegar al olvido el acontecimiento sin igual de Palestina y el etnocidio que se está llevando en sus ciudades y pueblos.»
Su eminencia reiteró que, a pesar de todas las conspiraciones de la arrogancia, la cuestión de Palestina se ha mantenido viva gracias a la Revolución Islámica y los clamores genuinos del Imam Jomeini (ra).
«Tampoco debemos permitir que el gran acontecimiento de la Defensa Sagrada sea relegado al olvido», enfatizó.
Su Eminencia describió la distorsión como el segundo gran daño, diciendo: «No tiene sentido permitir que algunas obras culturales y artísticas -que se producen en nombre de la Defensa Sagrada- y los congresos que se celebran en este sentido contradigan la naturaleza y esencia de este gran evento».
El Líder Supremo de la Revolución Islámica se refirió a los campamentos Rahian-e Noor y las visitas a las zonas en que se desarrollaron las operaciones de la Defensa Sagrada como una tradición justa que ayuda a prevenir estas dos grandes estragos.