El Líder Supremo de la Revolución Islámica se reunió con una congregación entusiasta de miles de peregrinos y vecinos del Santuario del Imam Ridha (P), en Mashhad, en el primer día del Año 1393 del calendario iraní (Hégira solar). Su Eminencia felicitó nuevamente a los iraníes de todo el país y en cualquier parte del mundo en que se encuentren.

El Líder Supremo, explicó -además- la naturaleza, recursos y los requisitos para tener una economía de resistencia y lo que se debe hacer y no se debe hacer en el campo cultural, y agregó: «Tenemos que ser muy fuertes, resistir y fortalecernos aún más, a tal punto que los opresores y tiranos que están acostumbrados a que se les pague tributo no puedan obviar los derechos de esta nación».

El Ayatolá Jamenei dijo que el poderío de una nación suele medirse según el armamento sofisticado que esta posea, sin embargo, -enfatizó su Eminencia- la economía, la cultura y la ciencia son tres elementos esenciales de una nación, y agregó: «Gracias a Dios, en los últimos doce años hemos alcanzado grandes avances a nivel científico y tecnológico, pero debemos tener una férrea voluntad y determinación en lo que respecta a otros dos elementos esenciales del poderío nacional, es decir: La economía y la cultura.

El Líder Supremo de la Revolución Islámica explicando el significado del término «economía de resistencia», dijo: «Debemos realizar esfuerzos en pro de la economía de Irán, que ninguna decisión que se tome en otra parte del mundo, sea en Estados Unidos o en otro lugar, sea capaz de influir en la economía del país y la vida de la gente, a esto es lo que se le llama ''economía de resistencia''.»

El Ayatolá Jamenei refiriéndose a la importancia de la cultura, manifestó: «La cultura es como el aire: queramos o no, debemos respirarlo. Y el aire tendrá diferentes efectos en la sociedad y el país, dependiendo de que sea limpio o contaminado. La cultura también es así, tiene diferentes efectos en la forma de pensar de la gente sobre diversas cuestiones, incluyendo la producción interna, el respeto por las leyes, la familia, etc. Todas las actitudes, costumbres y tradiciones; la visión económica y socio-política de la gente, tienen su fuente de inspiración en la cultura. Entonces lo que culturalmente se piense o se crea es de suma importancia, y lo mismo acontece con otras cuestiones, en otros campos.»

Su Eminencia dijo que el hecho de que el enemigo ponga un especial énfasis en la cuestión de la cultura, se debe a la importancia extraordinaria de este tema, y agregó: «Las actividades de índole cultural -con sensibilidad y perspicacia- deben cubrir las peligrosas grietas y vacíos culturales. Dichas actividades deben cumplir su rol positivo y defensivo en esta área»

El Líder Supremo reiteró que la libertad es una de las consignas básicas de la Revolución y uno de los principios de la República Islámica, y agregó: «La susceptibilidad de las autoridades respecto a las grietas, vacíos y desviaciones culturales, no contradice el concepto de ''libertad'', porque la libertad es una gran merced divina que nada tiene que ver con el libertinaje.»

El Ayatolá Jamenei manifestó que no tiene sentido tener libertad sin condiciones ni normas, y agregó: «Los mismos países occidentales que pretenden ser paladines de la libertad tienen sus líneas rojas, por ejemplo, en Europa nadie tiene el coraje de hablar sobre el holocausto ni mucho menos ponerlo en duda. Sin embargo, ellos mismos nos piden que ignoremos las líneas rojas de la Revolución y el Islam. Otro ejemplo, de esto es que en varios países occidentales no se toleran asuntos como el hiyab, y también cabe señalar la existencia de ciertos sectores fanáticos en dichos países. Pese a todo, los occidentales creen que son paladines de la tolerancia y la libertad.»

Asimismo, su Eminencia se dirigió a los jóvenes que han comenzado a realizar trabajaos culturales, diciéndoles: «Continuad vuestras labores de una forma seria porque vuestras actividades culturales desde los primeros días de la Revolución han jugado un papel significativo en la resistencia y desarrollo del país.»

El Líder Supremo exhortando a los referentes culturales, entre ellos, los ulemas, profesores, intelectuales revolucionarios y artistas comprometidos, dijo: «Conservad vuestra visión crítica respecto a la cultura y con argumentos lógicos y consistentes cooperad con las autoridades. Asimismo, alejaos de las calumnias, escándalos y puritanismos.»

El Ayatolá Jamenei manifestó que las personas revolucionarias creyentes sean estas jóvenes o personalidades destacadas, con argumentos lógicos y visión crítica, deben señalarle las debilidades a las autoridades, y enfatizó: «A eso es lo que he denominado «determinación nacional y gestión eficaz» en el campo de la cultura.»

En otra parte de su discurso, su Eminencia manifestó: «El año que recién ha finalizado fue denominado el ''Año de la epopeya política y económica''. Gracias a Dios, la epopeya política se realizó de la mejor manera posible en los distintos ámbitos, como los comicios presidenciales (de junio), las grandes marchas del 22 de bahman a lo largo de todo el país, la presencia y participación del pueblo en las diferentes áreas, además de las actividades y esfuerzos realizados por las autoridades y toda la gente durante el año que terminó.»

El Líder Supremo de la Revolución Islámica aclaró que la causa real de esta presencia y participación de la gente son las políticas del frente de la arrogancia y el lenguaje irrespetuoso de Estados Unidos en contra de la nación de Irán.

El Ayatolá Jamenei se refirió a los fracasos de Estados Unidos en diferentes partes del mundo como Palestina, Siria, Irak, Afganistán y Paquistán, y agregó: «Las realidades de la comunidad internacional no han avanzado conforme a los deseos de Estados Unidos.

Y nuestro querido Irán es un ejemplo de ello, ya que después de 35 años de enemistad, los norteamericanos no han conseguido sus objetivos. Los mismos funcionarios de ese gobierno pensaban que aumentando las sanciones en contra de la República Islámica iban a lograr que los iraníes se desesperasen, volcándose a las calles en contra del sistema islámico, para terminar de una vez por todas con la Revolución Islámica de Irán, sin embargo sucedió todo lo contrario y la presencia entusiasta y perspicaz de la gente fue para condenar a Estados Unidos, dejándolos frustrados una vez más.»

Al final de su discurso, su Eminencia dijo que con la ayuda de Dios, el futuro brillante de esta querida tierra será de los jóvenes y el enemigo como siempre está condenado a la derrota y la humillación.»

Previo al discurso del Líder Supremo, su representante y a la vez, director del Complejo Qods Razaví que alberga al Santuario del Imam Ridha (P), el Ayatolá Vâ'ez Tabasí, pronunció unas palabras, exhortando a la gente a seguir orgullosos la senda de la independencia y grandeza nacional.

Asimismo, dijo que con el trabajo en conjunto del pueblo y las autoridades, se logrará concretar la consigna de este año, que es «la economía y cultura con determinación nacional y gestión eficaz».