Durante el encuentro, su Eminencia enfatizó la necesidad de crear una cadena completa y una red enorme de producción científica en las universidades y centros de investigación, para que sea empleada en la gestión del país.

El Líder Supremo enfatizó que Irán debe ser administrado depositando la confianza en los recursos que están a la mano, aquellos que están sobre la tierra -es decir la inteligencia y el talento- y no dependiendo de ingresos tan inestables como los recursos subterráneos y el petróleo.

El Ayatolá Jamenei se calificó su encuentro con «los jóvenes destacados y portadores de buenas nuevas sobre el porvenir del país» como un acontecimiento muy dulce y, los exhortó, diciendo: «Construid una patria orgullosa con la fuerza del entendimiento, intelecto, voluntad y determinación, de tal forma que sea adecuada y útil para esta nación, y haga de la suya una historia gloriosa».

Su Eminencia invitando a todos los jóvenes y personalidades destacadas a reflexionar y cavilar sobre «los fundamentos y verdadero significado de ser una persona destacada», dijo: «Ser una persona destacada consiste en tener tres características: ''Inteligencia y talento''; ''una enorme motivación para estudiar, trabajar y esforzarse'', y ''una encomiable paciencia para continuar y perseverar''. Cuando una persona observa sabia y prudentemente estas características, se da cuenta que todas estas, son bendiciones y mercedes otorgadas por Dios».

El Líder Supremo refiriéndose a las aleyas del noble Corán que hablan sobre gastar y distribuir las provisiones divinas, enfatizó: «La provisión de la ciencia y el ser una persona destacada deben gastarse en el camino de Dios y para bien de Sus siervos, ponerlo al servicio del presente y el futuro de la sociedad, del pueblo y del país.

El Ayatolá Jamenei dirigiéndose a los jóvenes destacados enfatizó: «Si el producto de la bendición y merced divina de ser una persona destacada lo dais y distribuís, la guía del Creador también os abarcará, es decir que las características que os hacen ser personas destacas se incrementarán en vosotros y, además Dios os conducirá a los campos donde hay una verdadera necesidad de vuestro conocimiento y erudición.»

Su Eminencia dijo que dos ejemplos de darle a la sociedad y el país el producto de la bendición y merced divina de ser una persona destacada, son el mártir Chamrân -que tuvo una presencia influyente en la Defensa Sagrada- y las actividades en el campo nuclear del mártir Shahriârí, y enfatizó: «Ambos constituyen modelos de la guía divina a las personalidades destacadas.

El Líder Supremo de la Revolución Islámica dijo que administrar el país dependiendo de los recursos subterráneos, es comportarse como «un niño rico», y reiteró: «Los niños ricos no valoran el dinero que tienen y lo desaprovechan gastándolo incompetentemente, sin tener ningún objetivo. Y administrar el país dependiendo del petróleo, es lo mismo».

El Ayatolá Jamenei enfatizó administrar la economía del país dependiendo de los ingresos del petróleo es depositar la economía de Irán en manos de los grandes politiqueros del mundo, y refiriéndose a la inestabilidad del precio internacional del petróleo, agregó: «El futuro de un país que administra su economía de esta manera, es más que obvio».

Su Eminencia reiteró una vez más que hay que proveer a Irán con los recursos que están a la mano, es decir la sapiencia y habilidad de los jóvenes destacados, en lugar de apoyarse en los ingresos inestables de recursos subterráneos y petrolíferos, y agregó: «Si así se hace, ninguna potencia en el mundo podrá jugar con la economía del país»

Al final de su discurso, el Líder Supremo de la Revolución Islámica aconsejó a los jóvenes destacados a aumentar su comunicación con Dios -Munífico- y, agregó: «Vuestros corazones puros y resplandecientes constituyen un factor valioso en la atracción de la satisfacción y el incremento de las mercedes divinas.»