El Líder Supremo de la Revolución Islámica y Comandante General de las Fuerzas Armadas señaló que las Fuerzas Navales deben aumentar cada día su preparación, capacidades militares, fe y espíritu de sacrificio, para seguir desempeñando su gran e importante papel de resguardar la seguridad nacional y la defensa general y conservar la férrea barrera que protege al país.

El Ayatolá Jamenei, dijo que aumentar día a día el espíritu de sacrificio, la determinación y preparación es algo imprescindible, y agregó: «La lección que el Sagrado Corán nos da, es que si tenemos una fe firme y espíritu de resistencia, podremos triunfar sobre el enemigo, aún con pocos recursos y equipo.»

Su Eminencia, refiriéndose a las largas fronteras marítimas con las que cuenta el país y las crecientes amenazas enemigas, enfatizó: «La Marina debe superar sus deficiencias y adoptar planes estratégicos, teniendo en cuenta los puntos débiles del enemigo.»

El Líder Supremo manifestó que la época de paz constituye una oportunidad para que las Fuerzas Armadas la aprovechen sirviendo a la sociedad en áreas como la científica, de construcción y disuasiva».

Asimismo, el Ayatolá Jamenei elogió los sacrificios hechos por los integrantes de la Fuerza Naval del Ejército del país en diferentes momentos, sobre todo durante los ocho años de la Defensa Sagrada (la guerra impuesta Irak-Irán), y agregó: «El altruismo de Las Fuerzas Navales, especialmente de los mártires del barco patrulla ''Peikân'', ha quedado grabado para siempre en la historiad de este país.»

Previo al discurso del Líder Supremo, el Almirante Sayyari, comandante de las Fuerzas Navales del Ejército, brindó un informe de las actividades de su institución.