Durante su discurso, Su Eminencia expresó sus más cordiales felicitaciones por los también aniversarios del nacimiento del Profeta del Islam (PB) y del Imam Sadiq (P), fundador de la primer Universidad Islámica del Mundo.

El Líder Supremo dijo que el levantamiento del 19 de Dei de 1356 (1978 de E.C) fue un acontecimiento histórico determinante y colosal, y agregó: «A veces hay hechos que se quedan en el olvido, sin embargo mientras el pueblo iraní viva y los corazones y lenguas de los creyentes digan la verdad, no olvidarán los grandes y épicos sucesos de la Revolución Islámica de Irán».
El Ayatolá Jamenei señaló que el 19 de Dei fue la génesis de un movimiento general en el país que hizo entrar al pueblo al campo de batalla, en contra del régimen despótico del sah, y que terminó con el derrumbe de dicho régimen y la victoria de la nación iraní.
 
Su Eminencia enfatizó que «quienes presumen ser defensores de los derechos humanos» apoyaban plenamente al régimen dictatorial Pahlavi, que utilizaba los más crueles métodos de tortura en sus terroríficas prisiones, y agregó: «Además, tanto los sionistas como los estadounidenses jugaron un rol determinante en la creación de los aparatos de represión del régimen, especialmente de la infernal SAVAK.»
 
El Líder Supremo dijo que la divulgación de las noticias de los últimos días sobre las cárceles clandestinas y torturas de la CIA demuestra que las pretensiones -de los estadounidenses- de defender la libertad no corresponden a la realidad.
 
El Ayatolá Jamenei dijo que «la represión» era una de las principales características del régimen Pahlavi, y enfatizó: «No tomar en cuenta los avances científicos, hacer propaganda para inculcar en el pueblo sentimientos de inferioridad, exaltar la cultura occidental, la permisividad de la perversión sexual, la corrupción económica y moral de las los dirigentes del país, el fomento de las importaciones en detrimento de la producción interna, la destrucción del sector agropecuario y la industria nacional, todas estas eran otras de las nefastas características del régimen del sah.»
 
«La nación inteligente de Irán que era objeto de estas humillaciones, y testigo de la opresión y corrupción se levantó con la guía del Imam Jomeini, un hombre con grandioso carácter espiritual», acotó Su Eminencia.
 
El Líder Supremo de la Revolución Islámica se refirió a los avances, el despertar y los triunfos de Irán en actualidad, así como la preeminente posición que el país ocupa a nivel internacional, acotando: «Todo ello ha sido posible porque logramos apartar de nuestro camino el gran obstáculo que representaba el régimen corrupto y opresor Pahlavi».
 
El Ayatolá Jamenei explicando el origen de la hostilidad del Frente de la Arrogancia hacia la nación iraní después de la victoria de la Revolución Islámica, dijo: «Si fuésemos negligentes ante el enemigo y confiásemos en él, este tendría oportunidad de continuar trabajando para alcanzar sus objetivo en nuestro país; pero si sois fuertes, preparados y conocedores del enemigo arrogante, este no tendrá más remedio que marcharse. La causa de la hostilidad, rencor e ira interminable del enemigo hacia la Revolución Islámica y el pueblo iraní, es que se con la Revolución Islámica se le escapó de las manos un país con características y posturas estratégicas.»
 
Su Eminencia señaló que el injusto bloqueo económico impuesto al país ha causado dificultades, y agregó: «Pero si el enemigo pone como condición para levantar dicho bloqueo, el que abandonemos nuestros asuntos e ideales, como el Islam, la independencia y el desarrollo científico. Ciertamente, ninguna autoridad fervorosa lo aceptará».
 
El Líder Supremo de la Revolución Islámica dijo que se debe lidiar con el bloqueo del enemigo porque si se da un paso atrás, el enemigo avanzaría, y reiteró: «Con la implementación de la economía de resistencia podemos continuar desarrollando el país y hacer que nuestro pueblo viva prósperamente.»
 
El Ayatolá Jamenei dijo que no hay que obviar las declaraciones insolentes de los estadounidenses que en reiteradas ocasiones han dicho que «si Irán cede en la cuestión nuclear, los bloqueos -en realidad- no terminarán todos a la vez.»
 
«¿Acaso -ante esta realidad- se puede confiar en este enemigo?», cuestionó su Eminencia.
El Líder Supremo enfatizó: «No estoy en contra de las negaciones y el diálogo pero hay que enfocarse en aquellos puntos posibles y acordes a la realidad, y no en los puntos basados en la pura especulación, que rayan en lo fantástico».
 
«El futuro de la querida nación iraní es completamente brillantes y esperanzador y con el favor de Dios continuaremos orgullosos - y con dignidad y honor- nuestro camino hacia la consecución de nuestros objetivos», agregó.
 
El Ayatolá Jamenei dijo que los jóvenes del país serán un día testigos de que los enemigos opresores y petulantes bajarán la cabeza y se arrodillarán ante ellos.