El Líder Supremo destacó el importante rol que han desempeñado los mártires de la Defensa Sagrada de Irán en el fortalecimiento de la República Islámica de Irán.

«El sacrificio de los mártires consiste en una fuente inagotable para la Revolución Islámica y recordarlos es un deber de todos. Pues es preciso comprender que el sacrificio y la fe son esencias del martirio», agregó.

El Ayatolá Jamenei, elogió la capacidad, resistencia y la voluntad de los jóvenes de hoy en día teniendo en cuenta que los peligros que actualmente están al asecho de los jóvenes no son incluso más complejos que los que amenazaban a los jóvenes de la época de la Defensa Sagrada (la guerra impuesta Irán-Irak de 1980 a 1988).

«Los jóvenes ahora están expuestos a los pensamientos y creencias erróneas que les atacan de forma masiva y a través de los medios de comunicación», reiteró.

Para enfrentar estos ataques, Su Eminencia resaltó la importancia de pedir ayuda a los expertos del tema, a los líderes religiosos y los que tienen experiencia relacionada con los medios de comunicación.

Al final, el Líder Supremo de la Revolución Islámica describió el terreno político, económico y de seguridad como otros campos en los que el enemigo libra hoy en día una batalla contra la República Islámica, e instó a todos a hacer un esfuerzo por conocer las artimañas del enemigo y prepararse bien para salir victoriosos.