El Líder Supremo se refirió a varios puntos importantes, en primer lugar señaló que el Sagrado Corán enfatiza que la serenidad llega a los corazones de los creyentes cuando estos se someten a Dios y confían en las promesas divinas.

El Ayatolá Jamenei dijo que la Asamblea de Expertos del Liderazgo es el único órgano que está vinculada a dos elecciones, y agregó: «Una de estas es la elección de sus propios representantes, la cual se lleva a cabo a través del sufragio popular, y la otra es la elección del Líder Supremo, a quien los representantes de este órgano, eligen».

«Es por eso que la Asamblea de Expertos del Liderazgo, por una parte es la manifestación perfecta de la democracia religiosa y la democracia islámica, y por otra, es la manifestación del gobierno de los valores y normas islámicas», reiteró y enfatizó que en ambas elecciones, se debe «ser meticuloso y poseer independencia de pensamiento».

Posteriormente, el Líder Supremo de la Revolución Islámica aclaró: «Poseer independencia de pensamiento significa que los representantes de esta cámara no deben ser prisioneros de la literatura y el proceder del sistema hegemónico».

El Ayatolá Jamenei señaló que esta no es una sugerencia solo para la Asamblea de Expertos del Liderazgo sino que también para todas las autoridades, bases del sistema, y para todos los pensadores políticos, sociales y religiosos.

«Todos debéis tener el cuidado de no mancharos con el tinte de la literatura y el proceder del sistema hegemónico», agregó.

Su Eminencia se refirió, además, a los amplios esfuerzos y propagandas agresivas del frente de la arrogancia para imponer su literatura y frases inventadas a las autoridades y funcionarios del gobierno iraní, así como también a todo aquel que tiene poder de decidir y que -y que por ende-toma decisiones en cualquier país del mundo.

El Líder Supremo de la Revolución Islámica agregó que en la literatura del sistema hegemónico, los conceptos como «terrorismo» y «derechos humanos» tienen significados «particulares», puesto que en dicha literatura los ataques indiscriminados e incesantes de seis meses al pueblo de Yemen y la masacre del pueblo de Gaza no es «terrorismo», así como tampoco se considera «violación a los derechos humanos» la «represión» a la gente de Bahréin.

«En la literatura del sistema hegemónico, arrogante y opresor, la legítima defensa de las fuerzas de resistencia del Líbano y Palestina, son consideradas ''terrorismo'', pero las decisiones de los países dictadores y aliados de los Estados Unidos en la región no son vistas como ''violación a los derechos humanos''», agregó.

Asimismo, el Ayatolá Jamenei señaló que en esta literatura, el atentar contra los científicos nucleares iraníes no se considera «terrorismo», aunque tanto los sionistas como algunos países europeos han confesado su involucramiento en estas acciones.

Su Eminencia enfatizó que inventar esta clase de conceptos y esperar que todo el mundo hable en el marco de esta literatura, es una de las señales manifiestas de la arrogancia de las potencias hegemónicas, muy al contrario del sistema de la República Islámica, que tiene un sistema cuyo pensamiento islámico después de tantos años fascina al mundo entero por ser atractivo, fresco y vivaz.

El Líder Supremo dijo que la principal característica del sistema de pensamiento islámico, es el rechazo a la opresión, la arrogancia, el despotismo, y el procurar el esplendor y poderío islámico nacional y la independencia en el pensamiento político, y en el ámbito económico.

El Ayatolá Jamenei se explayó especialmente sobre la importancia de la independencia y su rol en el desarrollo y confianza en sí mismo, diciendo: «La independencia es una parte de la libertad, por tanto quienes niegan la independencia, en realidad están contra la libertad».

Su Eminencia dijo que la consigna «Independencia, libertad y República Islámica» posee una relación lógica entre estos tres conceptos, y agregó: «La independencia total y el libre pensamiento, son dos puntos que están establecidos en el sistema del pensamiento islámico y de la República Islámica, y es por ello que dicho sistema, allanará el camino para un movimiento eficaz, de progreso y auto confianza para cualquier nación».

El Líder Supremo de la Revolución Islámica afirmó que el modo de vida islámico es innovador, y que la unión nacional y el trabajo mutuo son otras características del sistema del pensamiento islámico, y afirmó: «En los últimos treinta seis años, la República Islámica de Irán se ha movido en el marco de este sistema, logrando muchos avances a penar de los innumerables obstáculos».

El Ayatolá Jamenei aseveró que parte de los frutos de este sistema islámico es un Irán desarrollado en el área científica y tecnológica, un pueblo que se regocija por su espiritualidad y que está lejos de ser dominador, pero que confronta a los déspotas y potencias hegemónicos.

«La posición de la República Islámica de Irán representa un gran peso para el frente de la arrogancia, y el motivo de todas estas conspiraciones y esfuerzos contra el sistema islámico es evitar que este alcance un próspero futuro», reiteró.

Su Eminencia aseguró que el surgimiento de un país islámico así, allana el terreno para la aniquilación de la arrogancia e incredulidad.

El Líder Supremo de la Revolución Islámica enfatizó que el pueblo iraní, especialmente los jóvenes, sabios religiosos e intelectuales de las universidades deben hacer avanzar su movimiento en el marco del pensamiento islámico, y agregó: «Todas las autoridades y funcionarios del gobierno deben ser sensibles e inteligentes, estar alertas ante los planes y estrategias del enemigo. No se deben dejar deslumbrar por la sonrisa del enemigo o a veces por ''ayudas a corto plazo''».

El Ayatolá Jamenei enfatizó que «el enemigo» y «la arrogancia mundial» no son cuestiones o temas imaginarios, sino una realidad, y los mayores ejemplos son Estados Unidos, las compañías y los lobis económicos que apoyan a los sionistas.

Sobre el acuerdo nuclear el grupo de los 5 + 1, el Ayatolá Jamenei recordó que se debe levantar el bloqueo económico por completo, pero que las autoridades estadounidenses hablan sobre Irán como los ingleses lo hacían en el siglo XIX, y concluyó: «Parece que tienen dos siglos de atraso respecto al mundo y la historia, sin embargo, es preciso que sepáis que Irán no es como algunos países atrasados que hablan de la forma en que la voluntad de las potencias hegemónicas lo desea».

Al final de su discurso, dirigiéndose a las fuerzas creyentes de todo el país, Su Eminencia dijo: «El movimiento general es hacia los ideales y objetivos islámicos. Las fuerzas creyentes genuinas -que están conformadas por la mayoría del pueblo- deben confiar en las promesa divina del triunfo. Así, es menester que se prepararen para trabajar en el campo económico, cultural y político».

Antes del discurso del Líder Supremo de la Revolución Islámica, el Ayatolá Yazdi, presidente de la Asamblea de Expertos del Liderazgo, manifestó: «El factor clave en la Revolución Islámica de Irán fue el liderazgo del Imam Jomeini y la resistencia y heroísmo del pueblo iraní».

Además, otros miembros de la Asamblea de Expertos del Liderazgo dieron un informe completo sobre los debates, reuniones y actividades de este órgano.