Durante la reunión, que se celebró con motivo del «Día de la Marina», el Ayatolá Jamenei, en su calidad de comandante en jefe de las Fuerzas Armadas de Irán, describió los progresos alcanzados por las Fuerzas Navales del país en los últimos años como «notables» y «tangibles», diciendo: «Antes de la Revolución Islámica (1979), la trascendencia, grandeza y sensibilidad del mar eran ignoradas, pero hoy en día, la Marina iraní ha hecho grandes progresos, aunque, por supuesto, todavía estamos lejos del punto ideal».

El Líder de la Revolución Islámica describió el mar como un escenario para «la confrontación poderosa con los enemigos», y al mismo tiempo un lugar para «la actividad y cooperación eficaz con los amigos», diciendo: «El acceso a la alta mar, la conexión con los cuatro rincones del mundo a través de este, y la posibilidad de defender el país sobre las aguas, son algunas de las bendiciones del mar a las que el pueblo y los funcionarios deben prestar atención».

El Ayatolá Jamenei dijo que alcanzar la posición que coincida con la situación histórica de la nación iraní y la República Islámica en el mar, es la gran responsabilidad que se le ha asignado a las Fuerzas Navales iraníes, y agregó: «Todavía estamos en el comienzo de este camino y vosotros sois los hombres que han de despejar el camino y ayudar a hacer realidad esta esperanza y futuro prometedor».

El comandante en jefe de las Fuerzas Armadas de Irán enfatizó la importancia del Mar de Omán y la región costera de Makran, diciendo: «Esta región es un punto crucial en el cumplimiento de la responsabilidad de la Marina, y ya he dado las recomendaciones necesarias a la administración con respecto a la reactivación de esta región, y continuarán haciéndolo».

El Ayatolá Jamenei señaló que el requisito para el cumplimiento de la responsabilidad de la Marina es su profunda reestructuración, sobre todo el desarrollo de mano de obra competente, calificada y ágil, dotada de buenas habilidades administrativas, y agregó: «Una buena administración y mano de obra calificada harán milagros, aunque el país haya estado enfrentando problemas financieros y presupuestarios durante los últimos años y estos problemas sigan existiendo, la experiencia ha demostrado que podemos superar la escasez y los obstáculos, incluso con las manos vacías, pero con una buena administración».

El Líder de la Revolución Islámica se refirió a la Revolución Islámica de 1979 bajo el liderazgo del Imam Jomeini, como «una manifestación de milagros de la mano de obra», y agregó: «Al confiar en el poder divino y a través de su propia capacidad e influencia única, el venerable Imam Jomeini, agitó las aguas del océano de la nación y logró derribar un sistema político, que era dependiente [de las potencias extranjeras] y tenía muchos recursos».

El Ayatolá Jamenei mencionó la impresionante victoria de la nación iraní en la Defensa Sagrada (guerra impuesta Irak-Irán, 1980 a 1988), y la derrota de un enemigo que disfrutó toda clase de apoyo militar y político, como otro milagro de la mano de obra, y agregó: «Hoy en día, las capacidades y el progreso de la nación iraní y sus Fuerzas Armadas, han aumentado de forma exponencial; y a través de la constancia, determinación, firme decisión, optimismo sobre el futuro y la confianza en Dios, podemos lograr el futuro brillante que la nación iraní merece».

Previo al discurso del Ayatolá Jamenei, Líder Supremo de la Revolución Islámica y Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas de Irán, el comandante de la Marina, Contralmirante Habibollah Sayyari, presentó un informe sobre las actividades de las Fuerzas Navales.