En el nombre de Dios, el Compasivo, el Misericordioso

Excelentísimo Dr. Rohani

Estimado Presidente de la República Islámica de Irán

Mis saludos y parabienes,

A través de la presente expreso mi satisfacción debido a la resistencia de la gran nación de Irán ante las sanciones injustas, y el esfuerzo de nuestros científicos nucleares en el desarrollo de esta importante industria, así como el hecho de que el esfuerzo incansable de la comisión iraní encargada de las negociaciones nucleares obligó finalmente a los miembros de la contraparte -algunos de los cuales se han destacado por su enemistad con la nación iraní- a dar marcha atrás en sus posturas y levantar parte de esas sanciones arrogantes y amenazantes. Mi persona, ofrece su gratitud a Su Excelencia y a la comisión negociadora, en particular al honorable Ministro de Relaciones Exteriores, Mohammad Yavad Zarif, y a todos los que participaron en las conversaciones nucleares. Por el momento, quisiera llamar su atención sobre los siguientes puntos:

En primer lugar, se debe tener cuidado de que la contraparte cumpla sus obligaciones en su totalidad. Los comentarios hechos por ciertos políticos estadounidenses en los últimos días son -en efecto- sospechosos.

En segundo lugar, todos los funcionarios del Gobierno deben ser notificados de que la solución de los problemas económicos del país depende de los esfuerzos inagotables y sabios de todos los sectores con miras a la Economía de Resistencia, y que el levantamiento de las sanciones per se no es suficiente para mejorar la economía del país y facilitar la vida del pueblo.

En tercer lugar, en la publicidad hay que señalar que lo que se ha logrado en virtud de este acuerdo, ha tenido altos costos. Los escritos y comentarios que tratan de ignorar este hecho y pretenden estar agradecidos con la contraparte occidental no están tratando la opinión pública de la nación con honestidad.

En cuarto lugar, incluso esta suma de éxitos ante el frente de la arrogancia se ha logrado como resultado de la resistencia y la constancia. Todos debemos considerar esto como una gran lección aplicable a todos los asuntos y circunstancias de la República Islámica de Irán.

En quinto lugar, reitero una vez más que la felonía y la posible falta a la palabra de los países arrogantes -especialmente Estados Unidos- en este tema y otras cuestiones no deben ser descuidadas.

Ruego a Dios Todopoderoso que le otorgue el éxito a Su Excelencia y a los otros funcionarios del Gobierno.

Seyyed Ali Jamenei

29 de dey de 1394

(19 de enero de 2016)