El Ayatolá Jamenei se refirió a la ruptura de los lazos de la República Islámica con el régimen racista de Sudáfrica después de la victoria de la Revolución Islámica de Irán en 1979, y enfatizó: «la República Islámica [de Irán] rompió casi simultáneamente sus relaciones con el régimen sionista [de Israel] y el régimen del Apartheid de Sudáfrica».

El Líder de la Revolución Islámica destacó el rol del ex líder sudafricano Nelson Mandela en la caída del régimen racista de Sudáfrica, así como la historia de sus amplias relaciones amistosas -desde hace mucho tiempo- con la República Islámica, y agregó: «debido a la persistencia de las luchas de Mandela y el pueblo sudafricano, ese régimen opresivo y antihumano fue reemplazado y con este logro, Mandela insufló nueva vida a las luchas de toda África».
 
El Ayatolá Jamenei dijo que Irán tiene una visión positiva y constructiva de Sudáfrica, y agregó: «las relaciones entre Irán y Sudáfrica son muy calurosas y la cooperación mutua de ambas naciones en las asambleas mundiales es muy útil y eficaz, pero los lazos económicos y comerciales también deben incrementarse en proporción a las potencialidades de ambos países».
 
El Líder Supremo de la Revolución Islámica dijo que la interacción entre ambos países en el marco del Movimiento de Países No Alineados ha sido otro terreno para la cooperación, y reiteró: «esta cooperación será de provecho para todos los países no alineados».
 
«Los intereses de los países independientes yacen en el aumento de la cooperación en los diferentes sectores; y los obstáculos que ciertas potencias están poniendo contra dicha cooperación deben ser contrarrestados», dijo Su Eminencia.
 
En la reunión, en la que también estuvo presente el presidente de Irán, Hasán Rouhaní, el Sr. Jacob Zuma, presidente de Sudáfrica, ofreció sus agradecimientos a la República Islámica de Irán por su apoyo a los sudafricanos en su lucha contra el régimen del Apartheid, y dijo: «el pueblo de Sudáfrica nunca olvidará este apoyo; y el viaje de Mandela a Irán fue un gesto de aprecio por este respaldo».
 
Zuma señaló que Sudáfrica siempre se opuso a las sanciones impuestas por Occidente a Irán, y aseveró: «hay muchas áreas aún sin explotar para poder mejorar la cooperación entre ambos países; tratamos de tener un nuevo comienzo en las relaciones económicas y comerciales».
 
Zuma hizo eco de las declaraciones del Líder Supremo acerca de la necesidad de la cooperación entre las naciones independientes y dijo: «ciertas potencias, bajo pretextos injustificados, están obstaculizando el desarrollo de las relaciones entre las naciones independientes, pero podemos resolver muchos de los problemas a través de la unidad y la armonía en cuestiones globales».
 
Zuma señaló que un campo para la cooperación es hacer esfuerzos para reestructurar las Naciones Unidas y su Consejo de Seguridad, y agregó: «independientemente de la opinión pública mundial y las decisiones de la Asamblea General, los Estados miembros del Consejo de Seguridad [de la ONU] utilizan el mecanismo inadecuado de este Consejo para perjudicar a otros países».
 
El presidente de Sudáfrica, elogió la actitud brillante y la resistencia del Líder y la nación iraní, diciendo: «la República Islámica de Irán ha demostrado que puede resolver sus problemas -en el ambiente hostil del mundo- a través de la confianza en sí misma y servir como ejemplo para todos los países».