Refiriéndose a los fundamentos erróneos y la ineficiencia de los modelos de desarrollo global y la necesidad de presentar un nuevo modelo islámico-iraní de progreso, el Ayatolá Jamenei mencionó «el trabajo combatiente y revolucionario», «aprovechar la valiosa y fuerte capacidad de los recursos islámicos y seminarios», «el talento y fortaleza científica» y el «desarrollo del discurso», como requisitos para la producción y la formulación del «modelo islámico-iraní del progreso».
 
El Líder Supremo pasó a dilucidar las cinco fases de la realización de los objetivos de la Revolución Islámica y su relación con el modelo de progreso, diciendo: «la primera etapa de este proceso es la formación de la Revolución Islámica e inmediatamente después debe establecerse un sistema islámico, que fue la gran obra del Imam Jomeini (Q.D.D.G)».
 
El Líder Supremo de la Revolución Islámica dijo que la tercera etapa, que está actualmente en marcha, es la «formación del gobierno islámico», lo que significa la formación de un gobierno basado en modelos y criterios totalmente islámicos, y agregó: «Mientras esta fase no se haya concretado, no tendrá lugar el establecimiento de una sociedad islámica, y en este caso, la cuestión del estilo de vida islámico permanecerá únicamente en el ámbito del desarrollo del discurso en la sociedad».
 
El Ayatolá Jamenei dijo que la etapa final en el proceso de cinco fases para la materialización de los objetivos de la Revolución Islámica es la realización de la «civilización islámica», y señaló: «la civilización islámica no significa conquistar otros países, sino promover la influencia intelectual del Islam en otras naciones».
 
El Ayatolá Jamenei dijo que el desarrollo de un modelo de progreso islámico-iraní es clave para la materialización de la «civilización islámica» y en respuesta a la pregunta: «¿por qué los modelos existentes -y que han sido probados- en el mundo no pueden ser un modelo favorable para nosotros?», dijo: «los modelos comunes de desarrollo están esencialmente equivocados y están basados ​​en el humanismo y no en principios divinos, y en términos de efectos y resultados, no han podido cumplir sus promesas sobre valores tales como la libertad y justicia».
 
El Líder Supremo de la Revolución Islámica dijo que las condiciones desfavorables observadas en algunos países que siguen estos modelos, a la vista de indicadores tales como las grandes deudas de los gobiernos, el desempleo, la pobreza y las grandes diferencias de clase, muestran la ineficacia de dichos modelos.
 
«Aunque estas sociedades han logrado algún progreso, sus avances no han penetrado profundamente en las sociedades y no han conducido a [la promoción de] de la ética, la justicia, la espiritualidad y la seguridad. Por lo tanto, debemos definir y presentar nuestro modelo local de progreso basado en los fundamentos islámicos y la cultura iraní», agregó.
 
El Líder Supremo se refirió a la «naturaleza islámica» del modelo de progreso como la base del trabajo, y enfatizó: «el requisito para la realización de esta cuestión consiste en [llevar a cabo] una profunda investigación islámica y [mantener] contactos fuertes y continuos con los seminarios así como con los sabios y eruditos musulmanes, y familiarizarse con los fundamentos filosóficos, teológicos y jurisprudenciales».
 
«Irán prepara el terreno para la materialización de este modelo, y si no se le presta atención a la cultura, la historia, la geografía, la ecología, las costumbres y tradiciones, así como a los valores humanos y recursos naturales del país, el modelo de progreso será un documento irrealizable e inútil», agregó Su Eminencia.
 
Posteriormente, el Ayatolá Jamenei procedió a hacer algunas recomendaciones a los miembros del Consejo Superior del Centro para el Modelo Islámico-Iraní de Progreso.
 
Previo a las declaraciones del Líder Supremo, el Dr. Sadiq Váez-Zadeh, presidente del Consejo Superior del Centro para el Modelo Islámico-Iraní de Progreso, presentó un informe sobre las actividades y programas del Centro y diferentes etapas de compilación y formulación de dicho modelo.