Durante el encuentro, Su Eminencia dijo que el aumento de las capacidades políticas resultará en la inmunidad y la resistencia del pueblo iraní y el país, y agregó: «la planificación y priorización para la solución de los dos principales problemas, el estancamiento y el desempleo, acelerará aún más la unidad para la materialización de la economía de la resistencia».
Al inicio de su discurso, el Líder Supremo recomendó beneficiarse mucho más del ambiente espiritual del mes del bendito ayuno del Ramadán. En referencia a algunas oraciones que se recitan en este mes sagrado, el Ayatolá Jamenei manifestó: «en algunas oraciones de Ramadán, se ruega se nos proteja de los pecados que, Dios no lo quiera, de ser cometidos por los funcionarios, toda la sociedad y el país serán perjudicados».
Su Eminencia dijo que la falta de motivación, la negligencia, la falta de amabilidad, la promiscuidad y la vanidad han sido algunos de estos pecados, y agregó: «si los funcionarios no tienen cuidado y caen presa de estos pecados los siguientes pasos, que son más peligrosos, serán la indecisión y el fracaso en momentos sensibles, la hipocresía y la negación de las bendiciones divinas».
El Líder Supremo de la Revolución Islámica dijo que el único camino para la salvación de estos vicios y desviaciones era abrazar la piedad y cuidarse a sí mismo.
El Ayatolá Jamenei puso de relieve los acontecimientos actuales y señaló que el país atraviesa condiciones sensibles y especiales ahora, y agregó: «entre las características de las actuales circunstancias es que los funcionarios, a diferencia de los primeros días después del triunfo de la Revolución [Islámica en 1979], están más familiarizados con las enormes potencialidades del país y tienen pleno y amplio conocimiento de las capacidades y recursos».
«Otra característica que hace que el status quo sea sensible es la existencia de una enemistad manifiesta con la República Islámica, la cual va más allá de las diferencias regulares entre los gobiernos», dijo Su Eminencia.
Al explicar las razones detrás de esta enemistad especial, el Líder Supremo se refirió a la República Islámica de Irán como un fenómeno sin precedentes, y agregó: «confiando en los fundamentos intelectuales y científicos, el sistema islámico se opone a la arrogancia, opresión, discriminación y políticas de la intimidación y a pesar de todas las presiones, su poder e influencia se han ampliado y profundizados en toda la región y el mundo cada vez más y, como una nueva potencia emergente, ha desafiado los intereses tiránicos de las potencias arrogantes».
«Tenemos que conocer los planos y conspiraciones del enemigo y tener planos a gran escala y de contingencia para contrarrestarlos. Los planos ejecutivos tendrán sentido en el marco de dicha macro-planificación», reiteró.
El Ayatolá Jamenei dijo que «las conspiraciones y planos del enemigo están dirigidos a destruir las capacidades y recursos de la República Islámica y [de hacerlo] obstaculizará el crecimiento de estas capacidades», dijo.
Enfatizando que la única manera de contrarrestar los planos del enemigo era hacer un uso correcto y adecuado de las potencialidades y aumentar el poderío y la autoridad del país cada día más, Su Eminencia pasó a expresar las políticas principales y fundamentales del país.
«El Islam» fue la primera capacidad a la que el Líder Supremo de la Revolución Islámica se refirió.
«La contraparte está utilizando todas sus capacidades en especial el ciberespacio con el fin de desestabilizar la fe islámica en los más jóvenes, así como en las generaciones futuras. Por lo tanto, tenemos que hacer todo los esfuerzos con el fin de salvaguardar y profundizar el Islam en la sociedad como una [forma de preparar el camino] para la autoridad».
El Ayatolá Jamenei citó el «progreso científico» como la segunda capacidad fundamental del país.
«Enfatizando que la contraparte está firmemente en contra del progreso científico y que ha recurrido a asesinar a los científicos del país con el fin de detener el avance, Su Eminencia aseveró: «en la lucha contra el progreso científico, utilizan incluso las herramientas más infames e ilegales como malware y virus de Internet. Podríamos demandarlos ante los tribunales internacionales por este crimen, pero por desgracia no se ha hecho».
El Líder Supremo se refirió a la «capacidad económica» y a la «disuasiva capacidad defensiva» como otros factores de autoridad en el país y enfatizando la necesidad de mejorar estas capacidades, dijo: «la capacidad política nacional, en el sentido de la unidad y la cohesión nacional, deben ser preservadas y a pesar de esto las diferencias y diversos puntos de vista políticos, que no plantean ningún problema, no debe haber ninguna discrepancia entre la gente con respecto a la unidad de los fundamentos del sistema islámico».
El Ayatolá Jamenei se refirió a la «población joven del país» como otra importante potencialidad, diciendo: «la población joven es una gran y muy importante bendición, y los funcionarios del gobierno deben realizar una correcta planificación para el crecimiento de la población joven».
Su Eminencia hizo hincapié en la valorización de las seis principales potencialidades del país para la lucha contra las conspiraciones y planes del enemigo, diciendo: «el enemigo se define como la "red de arrogancia'', encabezada por el gobierno estadounidense y también la ''red sionista'' se manifiesta en el falso y artificial régimen sionista [de Israel]».
Señalando que la contraparte de ninguna manera oculta su hostilidad, el Líder de la Revolución Islámica dijo: «las palabras de hace algunos días del canciller [de Irán, Muhammad Yavad Zarif] En la sesión abierta de la Asamblea Consultiva Islámica - Maylis (el Parlamento iraní) acerca de que la naturaleza de Estados Unidos no ha cambiado, son absolutamente correctas. La naturaleza del actual Estados Unidos es la misma que la naturaleza del Estados Unidos de la época de [Ronald] Reagan y tampoco hay diferencia entre demócratas y republicanos».
El Ayatolá Jamenei destacó una impresión equivocada sobre Estados Unidos, diciendo: «Algunos se imaginan que podemos hacer las paces con Estados Unidos y resolver nuestros problemas, pero tal apreciación es incorrecta e ilusoria».
Su Eminencia señaló que hablando lógicamente, la República Islámica nunca verá ningún gesto de afecto por parte del gobierno de Estados Unidos, y agregó: «el comportamiento de los estadounidenses ha sido siempre malévolo y hostil. Por lo tanto, tal fantasía de que los asuntos de Irán y Estados Unidos son producto de malentendidos que podrían ser resueltos a través de negociaciones y basados en el método de partes iguales es irreal y equívoca».
El Líder Supremo de la Revolución Islámica dijo que fomentar la «defensa y poderío del país» es el verdadero remedio para todas las hostilidades de las potencias arrogantes, y reiteró: «basados en los mandamientos claros del Sagrado Corán, tenemos que fortalecer nuestra fe, economía, defensa, ciencia, política y la población», tanto cuanto podamos».
Enfatizando la necesidad de apoyar a la juventud creyente y revolucionaria como una de las potencialidades del país, el Ayatolá Jamenei dijo: «tal como he aclarado en reiteradas ocasiones siempre defiendo a los jóvenes piadosos y revolucionarios y me siento agradecido con ellos».
Posteriormente, Su Eminencia continuó su intervención haciendo señalamientos importantes sobre el tema de la economía y el acuerdo nuclear de Irán conocido como el Plan Conjunto de Acción General (JCPOA) con seis de las potencias mundiales.
El Líder Supremo de la Revolución Islámica dijo que los defensores y los opositores de la JCPOA han sido a menudo exagerados sobre el acuerdo, y enfatizó que el JCPOA tiene tato puntos positivos y ventajas como puntos débiles y desventajas.
«Las ventajas del JCPOA fueron aquellas que persuadieron a la República Islámica a optar por las negociaciones. Por supuesto, muchas de esas ventajas no se lograron», dijo el Ayatolá Jamenei.
Refiriéndose a las desventajas, Su Eminencia manifestó: «estas desventajas son cuestiones que siempre nos han preocupado, y hemos reiterado que la contraparte es poco fiable y señalado su mala disposición e incumplimiento de sus promesas».
En referencia a los aspectos ambiguos del JCPOA que permite a las partes opuestas sacar provecho del acuerdo, el Líder Supremo dijo: «en primer lugar, la República Islámica no violará el JCPOA porque cumplir las promesas es un mandamiento coránico, pero si las amenazas de los candidatos presidenciales de Estados Unidos de romper el JCPOA se materializan, la República Islámica quemará el JCPOA. Y esto es también un mandamiento coránico sobre la deslealtad».
El Ayatolá Jamenei expresó su satisfacción con la intervención del presidente Hassan Rouhani y el ministro de Exteriores, Muhammad Yavad Zarif sobre la lucha contra los intentos de Estados Unidos para impedir la aplicación del JCPOA, diciendo: «tenemos que preservar nuestras capacidades con el fin de contrarrestar la deslealtad y medidas de la contraparte».
Previo al discurso de Su Eminencia, el Presidente Hassan Rouhani se refirió al mes de Ramadán como el mes de la compasión divina; y brindó un informe sobre las condiciones del país, y las medidas implementadas por su administración.