El Líder Supremo de la Revolución Islámica, el Ayatolá Seyyed Ali Jamenei se reunió el pasado miércoles con miles de personas de la provincia de Isfahán, a la que llamó una provincia de «martirio y un pueblo pionero», «resistencia y determinación», «ciencia y cultura», «religión y wilayah (el gobierno religioso)» y «trabajo e iniciativa».
Su Eminencia señaló que la República Islámica de Irán no tiene una opinión particular sobre las elecciones presidenciales de Estados Unidos y siempre ha visto hostilidad de los dos partidos políticos mayoritarios de ese país.
«Hoy, las necesidades más importantes del país (Irán), especialmente para las élites (personalidades destacadas de todos los estratos sociales) y los funcionarios, son la perspicacia política y no descuidarse ante las conspiraciones del enemigo, mantener el espíritu y la orientación revolucionarios; tomar medidas prácticas en el campo de la economía de resistencia, la continuación acelerada del crecimiento científico [de Irán], la unidad y solidaridad nacional, y mantener la fuerza espiritual e interna», agregó.
 
Durante el encuentro celebrado en ocasión del aniversario del funeral épico realizado por el pueblo de Isfahán el 16 de noviembre de 1982 para 370 mártires de la Operación Moharram que se llevó a cabo durante la guerra de ocho años impuesta por Irak contra Irán, el Líder Supremo se refirió al espíritu de «búsqueda del martirio» y «resistencia» como las características más importantes de la gente de la provincia de Isfahán.
 
Enfatizando la necesidad de conocer la trama del enemigo en todo momento y evitar el sometimiento ante este, el Ayatolá Jamenei dijo: «mantenerse firmes en los principios de la Revolución Islámica es una de las cosas importantes que necesitamos hoy, y los principios de la Revolución son los mismos fundamentos e indicadores que fueron expuestos en los últimos discursos del Imam [Jomeini] y su última voluntad y testamento».
 
Recomendando una vez más a los jóvenes, estudiar los discursos y la última voluntad y testamento del Imam [Jomeini] como una guía para el movimiento del sistema islámico, Su Eminencia señaló: «ese Imam que impresionó al mundo, se ha materializado en estos discursos y en su última voluntad y testamento, y no se puede interpretar al Imam [Jomeini] de manera diferente a lo que realmente era».
El Líder Supremo señaló que la única manera de resolver los problemas del país, compensar todos los casos de atraso y lograr la dignidad, el bienestar y el progreso material, espiritual, moral y cultural, es mantenerse firme en los principios de la Revolución Islámica y agregó: «desde el punto de vista científico, también se necesitan atenciones y acciones serias para reforzar la fuerza interna del país, especialmente en el sector económico».
 
«El enemigo se ha enfocado en la economía [de Irán] porque imagina que la economía es la [principal] debilidad del país y por esta razón, se ha puesto énfasis [en Irán] en la economía de resistencia, en las acciones y medidas prácticas, y los funcionarios deben demostrar su accionar y medidas prácticas ante la gente», reiteró.
 
El Ayatolá Jamenei describió la «perspicacia política» como otro requisito especial, particularmente entre las élites iraníes, y enfatizó: «la falta de perspicacia hará que uno se sienta atraído por esas cosas, que en realidad no son atractivas, del mismo modo que algunas personas son atraídas por Estados Unidos mientras esta atracción es delusoria».
 
Posteriormente, Su Eminencia se refirió a algunas cuestiones que se han planteado sobre los problemas y las realidades que existen dentro de la sociedad estadounidense, especialmente durante las recientes elecciones presidenciales, y agregó: «la persona, que ha sido elegida como presidente de Estados Unidos, dijo durante su campaña electoral que si el dinero que han gastado en la guerra durante estos últimos años hubiese sido utilizado dentro de Estados Unidos, podrían haber construido el país nuevamente. ¿Acaso la gente que se siente atraída por ese punto ilusorio (Estados Unidos), entiende el significado de estas [palabras]?»
 
El Líder Supremo de la Revolución Islámica se refirió a declaraciones hechas durante la campaña electoral estadounidense sobre la existencia de amplia destrucción, pobreza y problemas generalizados en este país y enfatizó: «durante los últimos años, [el gobierno de] Estados Unidos ha gastado el dinero de la gente de ese país en guerras ignominiosas que han resultado en la masacre de decenas de miles de civiles y devastación de la infraestructura en Afganistán, Irak, Libia, Siria y Yemen».
El Ayatolá Jamenei dijo que las realidades que quedaron al descubierto con la campaña electoral estadounidense habían sido mencionadas frecuentemente durante los últimos años, pero que algunas personas no querían aceptarlas.
 
«El significado [real] de la perspicacia es saber con quién estáis enfrentándoos y qué piensa [el enemigo] sobre vosotros y [también saber] que si cerráis los ojos, ciertamente seréis golpeados», agregó.
 
Haciendo hincapié en que se espera que las élites políticas y no políticas tengan esa perspicacia, Su Eminencia dijo: «afortunadamente, la gente común tiene esta perspicacia, pero es sorprendente que algunas élites, que confían en ilusiones, no la tengan».
 
El Líder Supremo de la Revolución Islámica se refirió a los resultados de las recientes elecciones presidenciales en Estados Unidos diciendo: «no tenemos ninguna opinión particular sobre estas elecciones, porque Estados Unidos es el mismo Estados Unidos, y durante los últimos 37 años, uno de esos dos partidos (el Partido Republicano y el Partido Demócratas) ha estado en el poder, y ni uno [de los dos] ha representado beneficio alguno [para Irán] y su maldad ha sido dirigida permanentemente hacia la nación iraní».
 
«A pesar de que algunas personas en todo el mundo se han preocupado por los resultados de las elecciones de Estados Unidos, o de otras personas que están contentas, estas [elecciones] no nos entristecen ni nos alegran, porque no hacen la diferencia para nosotros y -por la Gracia de Dios- no nos preocupa en absoluto, al mismo tiempo que estamos dispuestos a afrontar cualquier eventualidad posible», enfatizó.
 
El Ayatolá Jamenei prosiguió diciendo: «la cuestión sobre la que ahora debemos concentrarnos es la forma de solucionar los problemas actuales y futuros del país, y la única manera [de lograr este objetivo] es preservando y promoviendo la fuerza interna del sistema [islámico]».
Su Eminencia destacó el hecho de que con la realización de las fortalezas políticas, económicas y culturales [del país], así como las fortalezas espirituales y psicológicas de las élites y funcionarios de alto rango, ningún peligro podría amenazar al país.
 
«La nación iraní, especialmente los jóvenes, deben continuar con este bendito crecimiento del espíritu revolucionario, porque el principal problema del país no son las discusiones, clamores y controversias, sino la preservación del espíritu revolucionario y la guía», agregó. El Líder Supremo afirmó que desde el punto de vista científico la economía de resistencia, el progreso científico del país, la unidad interna y la solidaridad, son necesarias y reiteró: «varias pruebas son de hecho, buenas bases para el reconocimiento y remoción de las debilidades, de manera que estas se transformen en fortalezas».
 
Recordando el historial de la gente de Isfahán al aprobar con gran éxito varias pruebas [difíciles], el Ayatolá Jamenei se refirió al 16 de noviembre, que marca el «aniversario del funeral glorioso e histórico para unos 370 mártires de la operación Moharram en la ciudad de Isfahán», que se llevó a cabo en 1982, diciendo: «ese inolvidable funeral es muestra de la [alta] capacidad espiritual, así como de la loable fortaleza y resistencia de la gente de Isfahán, porque el mismo día del funeral de los mártires, muchos jóvenes de Isfahán hicieron fila para ser enviados al frente de batalla».
 
Su Eminencia manifestó que restarle importancia a acontecimientos trascendentales de la historia de la Revolución Islámica y hacerlos quedar en el olvido es uno de los principales objetivos de las acometidas de los enemigos, y agregó: «el movimiento épico y entusiasta de la gente de Isfahán no debe ser olvidado jamás».
 
El Líder Supremo describió a Isfahán como la ciudad de la ciencia, la religión, la wilayah, el trabajo y la iniciativa, el arte, la cultura, y el martirio, y enfatizó: «la gente de Isfahán ha sido pionera en hacer sacrificios por el país y la religión de Dios, y tantos grandes y renombrados mártires como el Ayatolá [Seyyed Muhammad Husseiní] Beheshtí, [así como los ex comandantes del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica como Muhammad Ebrahim] Hemmat, [Hussein] Jarrazí, [Ahmad] Kazemí y [Mustafá] Raddanipur han surgido de esta región, cada uno de los cuales ilumina [hoy] el camino de esta nación como una antorcha resplandeciente».
 
El Ayatolá Jamenei también enumeró «la generosidad en renunciar a su propiedad en el camino de Dios y para el bien público» y «el autosacrifico» como otras características buenas y ejemplares de la gente de Isfahán.
 
Su Eminencia señaló a continuación la marcha en curso hacia la ciudad santa de Kerbala, en ocasión del arba'in y al describirla como un activo valioso, agregó: «este enorme movimiento de millones de personas entre las ciudades iraquíes de Nayaf y Kerbala y este entusiasmo y corriente, aunque implica un riesgo [en la coyuntura actual de Irak], está siempre viva en los corazones de nuestro pueblo y de nuestros jóvenes, y este activo debe ser preservado, porque garantiza la supervivencia del país».
 
El Ayatolá Jamenei concluyó su intervención destacando que «el futuro del país será mucho mejor que su presente y con el favor de Dios y gracias a las bendiciones del Islam y la Revolución, la nación iraní superará todas las dificultades y avanzará».
 
Previo a las declaraciones del Líder Supremo de la Revolución Islámica, su representante y guía de la oración congregacional del viernes de la ciudad de Isfahán rindió homenaje en ocasión del aniversario del funeral de 370 mártires de la Operación Muharram, realizado el 16 de noviembre de 1982.