Además, enfatizó la necesidad de hacer planes precisos basados en el establecimiento de grupos de deliberación para promover la sinergia entre los diversos estratos de las Fuerzas Basich, y así asegurar su poderosa e influyente presencia en los diversos campos sociales.
«El espíritu de los Basich significa ver siempre a Dios a vuestro lado y con vosotros y nunca ceder ante la desesperación, la depresión y el estancamiento. Por lo tanto, en una respuesta a esas personas débiles que han sido afligidas por el miedo del enemigo y el espíritu de «no podemos», decimos que confiando en el poder divino y creyendo en la fuerza de la presencia de la gente, podemos superar todos los problemas sin temerle a ningún poder», agregó.
Al principio de su discurso, el Líder Supremo describió la reciente y gloriosa marcha de Arbaín. como un «fenómeno histórico» y el signo de «la poderosa mano divina», y señaló: «en los fenómenos y levantamientos perdurables y descomunales como los de la marcha de Arba'in o en casos tales como la captura de [la antigua embajada de Estados Unidos en Teherán, conocida como] el nido de espías, [la demostración enorme de la gente en apoyo a la República Islámica] el 9 [del mes del calendario iraní] de Dei (30 de diciembre de 2009), y [también en el caso de] permanecer en las mezquitas [en días especiales como un acto de adoración], que no son resultados de la propaganda, la mano de Dios se puede ver más claramente que en otros lugares».
El Ayatolá Jamenei mencionó la victoria de la Revolución Islámica como otro ejemplo de estos fenómenos divinos y señaló: «la presencia de esta mano divina fue totalmente evidente y destacada en la formación de la Revolución Islámica, y el Imam Jomeini también dijo, «a lo largo de la Revolución siempre vi la poderosa mano divina detrás del enorme movimiento popular».
Su Eminencia manifestó que la fuerte presencia de millones de personas en el fenómeno divino de Arbaín. era un signo de «amor y atracción acompañado de perspicacia» y agregó: «damos la bienvenida a aquellos peregrinos que lograron esta gran tarea, y agradecemos al pueblo de Irak, que amablemente recibió y administró esta enorme cantidad de personas».
El Líder Supremo de la Revolución Islámica señaló que la gratitud a Dios por esta generosidad es la condición necesaria para la continuación y persistencia del extraordinario fenómeno de la marcha de Arbaín., y agregó: «el verdadero agradecimiento [a Dios] debe hacerse en la práctica y justo de la misma manera que la mayoría de los iraníes protegieron la bondad de la Revolución Islámica con sacrificio y abnegación, la generosidad de Arbaín. debe ser apreciada a través de la preservación de los espíritus y disposiciones [de ánimo], que se han obtenido durante este viaje iluminado , incluyendo la hermandad, la compasión, la atención a la wilayah [gobierno del líder religioso] y la disposición para hacerse presente en los momentos difíciles».
El Ayatola Jamenei continuó señalando que algunas personas en el mundo tratan de eliminar o distorsionar el fenómeno iluminado de Arba'in, pero nunca lo lograrán y sin duda, esta gran recompensa para las naciones iraníes e iraquíes durará y será motivo de honor y gloria.
Su Eminencia mencionó entonces la formación de las Fuerzas Basich como uno de los fenómenos asombrosos relacionados con la época de la Revolución Islámica, y agregó: «el honorable Imam [Jomeini] fundó este árbol puro mediante la guía y la inspiración divina y puso a los jóvenes a cargo del destino de la Revolución Islámica».
Su Eminencia se refirió además a la confianza de los jóvenes en la transmisión del «espíritu revolucionario» de una generación a la siguiente, señalando que «a pesar de que los jóvenes de hoy no vivieron en la época de la Revolución y del Imam [Jomeini], están presentes en el escenario de los hechos con el mismo espíritu revolucionario y con un conocimiento, una conciencia y una experiencia que superan a la de los jóvenes que estuvieron presentes en los primeros años de la Revolución y esto es prueba del progreso de la Revolución Islámica».
Enfatizando que la protección y la salvaguardia de la Revolución Islámica es una misión y una tarea de todos los miembros de la nación, el Líder Supremo describió a la juventud como la fuerza impulsora detrás de este gran movimiento y agregó: «ciertamente el movimiento de los Basich en nuestro país es victorioso, pero la condición [necesaria] para alcanzar esta victoria es elegir la piedad personal y colectiva y hacer buenas obras, porque estos dos factores importantes atraerán el socorro y el apoyo de Dios».
Refiriéndose al ejemplo coránico de la lucha del Profeta Moisés (P) y su hermano, Aarón, que con las manos vacías se levantaron contra el poder enorme de Faraón, el Ayatolá Jamenei dijo: «Dios les dijo a estos Profetas (P): «¡No temáis! En verdad, Yo estaré con vosotros dos. Oiré y veré».
Más tarde, en respuesta a los israelitas que decían «nos aniquilarán», asustados al ver al ejército del Faraón, Moisés les dijo: «¡Nunca! Mi Señor está conmigo y me guiará».
Su Eminencia mencionó la piedad y las buenas acciones como las condiciones necesarias para disfrutar de la ayuda de Dios, y agregó: «si mantenemos las condiciones requeridas para este socorro divino, [los enemigos] no tendrán la fuerza para vencer y dominarnos incluso con un poder diez veces más grande que el de Estados Unidos».
El Líder Supremo de la Revolución Islámica enumeró entonces cinco puntos importantes, los cuales deben recibir una seria atención cuando las Fuerzas Basich realicen sus planes, procesos y metodologías. La confianza y dependencia de las Fuerzas Basich en la «perspicacia» fue el primer tema al que el Ayatolá Jamenei se refirió, diciendo: «el Basich no es simplemente un movimiento emocional, sino que se basa en la comprensión, el conocimiento y la perspicacia, y esta orientación debe mantenerse dentro de la fuerza».
Refiriéndose a algunas personas que fueron muy entusiastas y revolucionarias en los primeros años posteriores a la Revolución Islámica, pero que ahora están en su contra, Su Eminencia dijo: «estas personas se distanciaron de la Revolución Islámica y finalmente se opusieron a ella debido a que carecían de profundidad religiosa, moviéndose en base a las emociones y camaradería con aquellas personas que tienen diferencias con la Revolución».
El Líder Supremo dijo que el expandido dominio del Basich para todos los miembros de la nación y la no afiliación con ninguna facción política es el segundo punto de su discusión y dijo: «el Basich es el ejército de la Revolución y si hay una dicotomía a este respecto, es la dicotomía del "revolucionario" en contraposición al "contrarrevolucionario", porque incluso una persona "no revolucionaria" puede ser atraída [al camino de la Revolución]».
Enfatizando la necesidad de atraer a mucha gente al camino de la Revolución como sea posible, el Ayatolá Jamenei dijo: «por supuesto, esta atracción máxima no significa tomar ventaja de ningún método y medida, sino cualquier facción o persona que crea en la Revolución y sirva a la Revolución, podrían ser también incluidos en el Basich».
«El Basich no está afiliado a ninguna de las facciones de la Revolución, pero es una gran corriente y un río que fluye hacia los objetivos de la Revolución Islámica», agregó.
Su Eminencia mencionó la necesidad de «sinergismo entre los diversos estratos del Basich», como el tercer punto relacionado con el movimiento de esta fuerza y agregó: «El [vasto] radio de acción de los Basich incluye varios estratos de personas, en los que un mecanismo adecuado para la coordinación y la sinergia debe ser resuelto».
El Líder Supremo de la Revolución Islámica explicó el cuarto punto para asegurar una presencia más poderosa e influyente de las Fuerzas Voluntarias, diciendo que «el Basich» es un símbolo de la democracia religiosa y es de naturaleza islámica».
«Algunas personas asumen que la democracia religiosa se limita a ir a las urnas y a participar en las elecciones, mientras que esto es solo una de las manifestaciones de la democracia religiosa y su verdadero significado es que «la gente es dueña de la vida en su sociedad según la religión del Islam», agregó.
El Ayatolá Jamenei enfatizó que, basándose en esta definición, el Basich es símbolo de la democracia religiosa en todos los campos, y reiteró: «desde este punto de vista, si el Basich entra en el campo de la ''economía de resistencia'' y la ciencia, tanto la ''economía de resistencia'' como la ciencia se volverían democráticas».
El quinto y último punto que destacó Su Eminencia fue la necesidad de formar juntas de deliberación en dos niveles, es decir, los niveles superior e inferior de los Basich».
«El deber de estas juntas de deliberación en varios niveles del Basich es planificar diversas misiones, incluyendo la guerra dura y la guerra blanda y la reconstrucción y la provisión de servicios [a la gente]», enfatizó.
El Líder Supremo enfatizó que el establecimiento de estos consejos de deliberación ayudará a Basich a ser más dinámico, más sabio y más influyente y lo convertirá en un pionero en todos los campos.
«Además de las juntas de deliberación, también deben establecerse juntas de vigilancia cuya misión sería asegurarse de no permitir que los virus se infiltren [en el Basich] e impidan [cualquier tipo de] daño a esta organización», señaló.
El Ayatolá Jamenei destacó que estos cinco puntos eran necesarios para el crecimiento continuo y la fructificación del árbol puro del Basich, reiterando: «estos temas están relacionados con la acción y la realidad y deben ponerse en practica mediante una planificación precisa».
Su Eminencia también señaló que el Basich está siendo utilizado actualmente como un modelo a seguir por algunos países de la región y, se refirió al plan del enemigo de asestar un golpe a este modelo, diciendo: «uno de los planes del enemigo es el muy importante tema de la "infiltración", sobre el cual se han emitido frecuentes advertencias desde hace más de un año».
Explicando cómo el enemigo utiliza la «infiltración» para dar un golpe a los Basich, el Líder Supremo de la Revolución Islámica dijo: «una de las tácticas [utilizadas para lograr este objetivo] es crear líneas paralelas y rivales para el Basich y algunas personas en el país están actualmente tratando de crear rivales para los Basich».
Refiriéndose a otro punto sobre el Basich, el Ayatolá Jamenei dijo: «no queremos que el Basich se convierta en un rival para del poder ejecutivo, pero el Basich, como complemento y fuente de esperanza, puede estar presente en los escenarios prácticos para mostrarle la dirección correcta al poder ejecutivo y cooperar con él también».
Su Eminencia señaló la desesperación expresada por algunos órganos estatales en ciertos campos, y señaló: «¿cómo pueden expresar desesperación dado el trasfondo que existe para hacer grandes trabajos en el país y con la presencia de una organización como el Basich? [De hecho] el nombre del Basich inspirará esperanza y alentará a cualquier persona deprimida y desesperada».
Haciendo hincapié en que para el Basich nunca hay un callejón sin salida, el Líder Supremo dijo: «un Basich podría ser dominado por el miedo o duda en ciertas circunstancias, pero nunca se enfrentará a un callejón sin salida, porque la generación de energía y los elementos de guía en el Basich son tan numerosos que convierten todas las debilidades en puntos fuertes».
El Ayatolá Jamenei se refirió a los problemas económicos del país y la designación del actual año del calendario iraní como el «Año de la Economía de Resistencia, Acción e Implementación» y agregó: «ayer, los funcionarios de la administración presentaron un informe sobre las medidas adoptadas desde inicios de este año para la realización de la ''economía de resistencia'', en la que se mencionaron cifras y estadísticas relacionadas con las medidas adoptadas, pero lo importante es que el resultado de estas medidas debe ser visto en la práctica». Su Eminencia enfatizó que el Basich puede ayudar al gobierno iraní en este sentido.
En otra parte de su discurso, el Líder Supremo se centró en temas relacionados con Irán y el gobierno hegemónico y arrogante de Estados Unidos y dijo: «por el momento, no es posible para nosotros emitir un juicio sobre la nueva administración que va a tomar posesión de su cargo [en Estados Unidos], pero la administración actual actúa al contrario de lo que se ha comprometido con respecto al Plan de Acción Conjunto y Completo [acuerdo nuclear entre Irán y el grupo de países P5 + 1] y [también actúa en contra de] decisiones conjuntas que se han tomado. Nuestros funcionarios me han dicho que [Estados Unidos] está actuando [contra el acuerdo nuclear] y ha cometido muchas violaciones».
Refiriéndose a un reciente voto positivo de la Cámara de Representantes de Estados Unidos para extender por diez años la ley de sanciones a Irán, el Ayatolá Jamenei señaló: «si se implementa esta prórroga [de las sanciones] y se pone en ejecución, abriría una brecha en el acuerdo nuclear y [los funcionarios estadounidenses] deben saber que la República Islámica de Irán ciertamente mostrará una reacción recíproca».
Su Eminencia enfatizó que «el acuerdo nuclear no debe convertirse en una acción de palanca para presionar a Irán y a su pueblo».
El Líder Supremo se refirió a los comentarios de los funcionarios iraníes y los responsables del Plan de Acción Conjunto y Completo, quienes dijeron que el objetivo principal del acuerdo nuclear era eliminar las presiones y levantar las sanciones, y agregó: «el gobierno de Estados Unidos no solo no ha cumplido esas promesas y obligaciones en el caso del Plan de Acción Conjunto y Completo o, en el mejor de los casos, ha actuado de manera incompleta, algo que los funcionarios a cargo del acuerdo nuclear han mencionado explícitamente, ahora [también] utiliza el Plan de Acción Conjunto y Completo como palanca para renovar la presión sobre Irán».
«Confiando en el poder divino y creyendo en el poder de la presencia de la gente, la República Islámica de Irán no le teme a ningún poder en el mundo», enfatizó.
El Ayatolá Jamenei concluyó su intervención diciendo: «si hay algunas personas que imitan a los espíritus débiles de los israelitas diciendo ''no podemos'' y tememos al enemigo, nosotros actuaremos como lo hizo el Profeta Moisés (P) y les responderemos que esto nunca será así, porque Dios Todopoderoso está con nosotros y nos guiará».
Previo al discurso del Líder Supremo de la Revolución Islámica, el General de Brigada Muhammad Reza Naqdi, jefe de la Organización Basich, y otros representantes de estas Fuerzas Voluntarias se dirigieron a la audiencia, rindiendo informes sobre las actividades de sus instituciones y expresando sus puntos de vista sobre varios temas de actualidad de su competencia.