En el Nombre de Dios, el Clemente, el Misericordioso

Gran pueblo y Umma del Islam, querida Nación de Irán

Los acontecimientos sangrientos que ocurren en estos días en Gaza son tan dolorosos y calamitosos que la pesada tristeza que ocasionan no se puede describir con la palabra ni con la pluma. En estos días, después de sufrir un bloqueo total por varios meses, los niños inocentes, las mujeres y hombres oprimidos son asesinados en sus casas por la crueldad y malicia de los sionistas.
 
Los vástagos recién nacidos se queman ante la mirada de su padre y su madre por el fuego del rencor de los verdugos sionistas usurpadores y los padres y las madres son asesinados ante la mirada de sus hijos inocentes. Quienes claman ser civilizados y amantes de los seres humanos observan frívola e indiferentemente, con total obscenidad este gran desastre de la humanidad, e incluso algunos con total desvergüenza muestran su alegría por esta tragedia. El silencio del mundo Islámico frente a esta invasión sin parangones, de ninguna manera será aceptado.
 
La Umma Islámica debe rugir y los dirigentes islámicos deben abofetear la cara de régimen de ocupación con la furia de sus naciones. La mano de EE.UU. también se ha empapada con la sangre de la oprimida nación Palestina. Es con el respaldo de este gobierno norteamericano arrogante y rebelde que los sionistas descaradamente están cometiendo estos crímenes imperdonables.
 
Las naciones y los gobiernos islámicos deben hacer llegar el grito de opresión del subyugado pueblo palestino a todos los rincones del mundo y deben despertar las conciencias dormidas. ¿Acaso la nación norteamericana sabe que sus dirigentes han sacrificado de esta forma toda su dignidad y honorabilidad humana ante los pies de los sionistas? ¿Acaso las naciones de Europa están informadas hacia donde han conducido los capitales sionistas la labor de sus políticos, a quienes dominan?
 
No es un accidente ni casualidad que simultáneamente a estos crímenes ocurren militares, en otro rincón del planeta y bajo la hegemonía de la arrogancia se esta blasfemando contra las más grandes santidades islámicas. Por otra parte las sucias plumas y las diabólicas políticas que las apoyan agravian e insultan a la persona del Profeta, quien es una bendición divina para todo el universo y de cuyo mensaje divino y santa esencia es deudora toda la humanidad.
 
Sí, es el querido Islam que con su mensaje de salvación y rechazo a la opresión, ha promovido la nobleza y dignidad en las almas de los seres humanos y las naciones, ha atemorizado a los arrogantes y ha encendido el fuego del rencor contra las naciones musulmanas en sus corazones, enloqueciendo su accionar y sus movimientos.
 
Ahora los arrogantes rebeldes deben saber que ni con violencia ni con voracidad podrán apagar el cada ves mas grande resplandor del despertar islámico. El testimonio vivo de esta afirmación es la heroica resistencia de la nación palestina y la asombrosa valentía de sus hombres, mujeres, ancianos y jóvenes frente a los sanguinarios sionistas.
 
El fin de esta confrontación será la victoria de la verdad sobre la falsedad como lo dijo (Dios) en el Sagrado Corán, capitulo Ar-Rum, (Los Romanos), versículo 47:"Nos vengamos de los pecadores y es un deber nuestro auxiliar a los creyentes."
Yo saludo al pueblo de Gaza, a los hombres y mujeres oprimidas y resistentes, a los niños inocentes y vástagos deshojados. Y ruego a Dios Altísimo la paciencia, el alivio y la victoria para ellos.
Seyed Ali Jameneí
2 de marzo de 2008