Mensaje del Gran Líder de la Revolución Islámica al conmemorarse el séptimo día del martirio de un grupo de personas en Zahedan.
Ayatála Jameneí en un mensaje por el séptimo día del martirio de un grupo de creyentes en Zahedan en un atentado terrorista en el gran mezquita de esta ciudad, presentó a los aparatos de espionaje de Estados Unidos e Inglaterra como los auspiciadores principales de este crimen y enfatizó: Uno de los principales objetivos de los enemigos es crear discrepancia religiosa.
No obstante la República Islámica no permitirá que la arrogancia mundial obtuviese su propósito. He aquí el texto del mensaje:
En el nombre de Dios, el Compasivo, el Misericordioso
Ha llegado el séptimo día del doloroso martirio de un grupo de gente inocente, creyente y sincera en Zahedan a mano de unos criminales y terroristas sinuosos. En este suceso sangriento la pecadora y delincuente mano de los desviados fanáticos wahabíes con el apoyo y logística de los organismos de espionaje ajenos, ha lastimado los corazones y ha enlutado a las familias de las víctimas.
Estas familias a las que la llama de amor y afecto hacia el Profeta y su descendencia (la paz sea con ellos) los ha iluminado y los rayos del conocimiento y un puro monoteísmo los ha glorificado. Pero estos fanáticos enceguecidos, ignorantes y asesinos han confiado sus corazones desviados y su interior oscuro a los corruptos poderes que han demostrado su enemistad con el Islam reiteradas veces y en cualquier lugar y momento que les fue posible, han manifestado su contrariedad y odio hacia los musulmanes y han dado sus golpes.
Asimismo, su enemistad con la República Islámica se debe a que este país es el núcleo de la enaltecida bandera del islam y el país que permanentemente invita a la unión, a la fuerza y a la grandeza islámica. En este suceso sangriento y otros semejantes, uno de los objetivos de los enemigos es crear discordia entre los musulmanes.
La República Islámica que decenas de años fue y es el más grande y el más seguro apoyo de los musulmanes oprimidos tanto en Gaza y Palestina, como en Afganistán y Cachemira y otras zonas islámicas, ahora es blanco de este nefasto complot de los aparatos del espionaje de los Estados Unidos, el régimen sionista e Inglaterra, para que así con sus crudos imaginaciones se sumerja en las sediciones religiosas y la disputa entre los sunnas y los shias.
Ellos están desatentos de que los hermanos sunnas dentro de Irán son iguales a sus hermanos shias. Los hermanos sunnas iraníes han demostrados reiteradas veces su fidelidad hacia este sagrado sistema islámico y defendieron a la República islámica y al querido país de Irán, valiente y creyentemente, frente a la arrogancia de sus mercenarios.
En nuestra zona el surgimiento y crecimiento del terrorismo salvaje y ciego, básicamente es el engendro de las malvadas políticas de los Estados Unidos e Inglaterra y sus mercenarios, tanto dentro de los gobiernos como fuera de ellos. Y es obligación de todos los musulmanes enfrentarse y luchar contra este nefasto e infame engendro, que es un claro ejemplo de corrupción en la tierra y enemistad con Dios.
Todas las corrientes de la escuela sunna dentro de Irán y en los países vecinos, deben saber que su honor islámico es blanco de esta malvada política, en especial sus sabios religiosos, sus intelectuales y los universitarios, tienen una gran responsabilidad al respecto. Los pensadores de ambas escuelas islámicas en todos los países islámicos y árabes deben dilucidar a las masas, los viles objetivos de los enemigos en la creación y fortalecimiento del terrorismo sectario y advertirlos en cuanto al gran peligro de las discordias religiosas, que es la gran ilusión de los enemigos del Islam.
La República Islámica de Irán con la anuencia del Dios Altísimo no permitirá que los lacayos de la arrogancia mundial echasen discordia bajo el rotulo del Wahabismo y sus semejantes entre los hermanos musulmanes. Las autoridades responsables del país en cada uno de los tres poderes según sus responsabilidades deben enfrentarse con total seriedad y firmeza ante los enemigos de la seguridad y unión del país y sancionar a los sediciosos con sus penas.
Asimismo las gentes decentes, honorables y creyentes deben mantener su tranquilidad y perspicacia y evitándose de cualquier clase de medidas improvisadas, para ayudar mejor a los encargados y autoridades a realizar sus responsabilidades.
Yo nuevamente saludo a los almas de los queridos mártires del suceso sangriento de Zahedan que en el aniversarios del nacimiento del señor de los mártires el Imam Husain (la paz sea con él) se encontraron son su Señor. Y doy mi condolencia a las queridas y respetadas familias y ruego a Dios para ellos paciencia, sosiego, recompensa y bendición y humildemente imploro a Dios Altísimo una pronta curación a los inocentes heridos.
La paz sea con todos los benevolentes siervos de Dios y la misericordia y bendición divinas.
Seyed Ali Jameneí