Después de la epopeya gloriosa e histórica del pueblo iraní en los XI comicios presidenciales y IV elecciones de concejos municipales, el Ayatolá Jameneí, Líder Supremo de la Revolución Islámica, emitió un mensaje de agradecimiento al pueblo.
El texto completo del mensaje de su Eminencia es el siguiente:
En el nombre de Dios, el Compasivo, el Misericordioso
¡Querido pueblo iraní!
La escena épica y entusiasta, de las elecciones del día 14 de junio ha sido otra prueba fulgurante que mostró tanto a amigos como a enemigos el rostro decidido y lleno de esperanza del Irán Islámico. El creciente desarrollo político e impulso a la legítima democracia religiosa, es una verdad radiante que una vez más quedó confirmada con vuestra presencia masiva en los centros de votación y neutralizó las supercherías embelesadoras de los enemigos, de los envidiosos y de los ambiciosos.
Vuestra presencia heroica le mostró el férreo vínculo de Irán y los iraníes con el sistema islámico a todos los que le desean mal a la República Islámica de Irán, que con cientos de artimañas políticas, económicas y ardides relacionados con el ámbito de la seguridad, procuran romper o debilitar esta confianza y vínculo sagrado.
El iraní creyente y valiente proyectó de forma magistral y bella -en las elecciones de ayer- su enorme capacidad de enfrentamiento firme y racional con la guerra psicológica de los figurantes de la hegemonía y arrogancia y le dio garantías a su país y a los intereses de su nación, y al mismo tiempo se aseguró un futuro activo y esperanzador.
El verdadero vencedor de las elecciones de ayer fue el gran pueblo iraní que con el poder de Dios pudo dar un paso firme y mostró su naturaleza impenetrable y rostro lleno de entusiasmo y determinación, así como su corazón lleno de esperanza y fe.
Expreso humildemente mi gratitud por el favor y la misericordia de Dios prudente y sabio, e invito a que todos tengamos presente y sepamos valorar esta gran bendición. Y saludando con toda sinceridad al Imam Mahdi (que Dios apresure su aparición), aprovecho la oportunidad para expresar mis parabienes a la querida nación iraní. Asimismo le recuerdo tanto al recién electo presidente de la República, Huyyatulismam Hasan Ruhaní, como a tota la nación iraní, los siguientes puntos importantes:
1. Ahora que la epopeya política alcanzó su punto cumbre -el día viernes 14 de junio- con la victoria de la nación iraní y del sistema de la República, las emociones y efervescencia del periodo de competencia electoral deben transformarse en cooperación y amistad; y los partidarios de los candidatos contendientes -en la prueba de paciencia, ecuanimidad y sabiduría- deben también ocupar el lugar que les corresponde. Ningún sentimiento -ya sea de alegría o de tristeza-tiene que alejar a nadie -tanto de acción como de palabra- de la racionalidad y prudencia.
No dejéis que los que le desean mal a la República Islámica de Irán, utilicen los sentimientos de la gente para sus perversas demandas. La unidad nacional, la tolerancia y coexistencia es lo que sostiene la seguridad del país y es el elemento neutralizador de las artimañas de los enemigos.
2. El presidente electo es el presidente de todos los iraníes, por tanto, todos deben cooperar y ayudar de manera sincera a alcanzar los grandes ideales que el presidente y sus colaboradores en el gobierno persiguen, y de los cuales son -ellos mismos- responsables de su materialización.
3. Ahora después de semanas de hablar y escuchar llegó la hora de emprender la marcha y trabajar. El presidente electo desde hoy hasta el día en que asuma oficialmente su cargo tiene la valiosa oportunidad de aprovechar la mayor cantidad de beneficios y comenzar ininterrumpidamente las tareas que la gran responsabilidad de la presidencia exige.
4. La realización de la epopeya de las elecciones no hubiese sido posible sin la participación, competitividad y esfuerzo de los otros candidatos presidenciales. Considero necesario agradecer sinceramente a todas las respetables personalidades que se hicieron presentes en la contienda electoral y que con incansable esfuerzo le dieron vida a una entusiasta campaña; y los invito a que desempeñen una vez más un rol importante en los diferentes ámbitos de la Revolución y del sistema islámico.
5. Asimismo, considero necesario agradecer a toda la nación que nuevamente ha sido la protagonista de este suceso perdurable, especialmente a los nobles jurisconsultos (marya's), ulemas y personalidades de las áreas académica, política y cultural, que jugaron un papel trascendental alentando a la gente a participar en los comicios; y también a los encargados de la realización de las elecciones presidenciales y de concejos municipales, especialmente al Ministerio del Interior y al respetable Concejo de Guardianes que con admirable resistencia y paciencia ha soportado las diferentes dificultades y con plena confianza sobrellevó la pesada carga que le fue depositada en sus manos.
También hay que agradecer a las fuerzas del orden, que realizaron grandes esfuerzos para garantizar la seguridad en todo el país; y en general a todos los organismos e instituciones que colaboraron en esta delicada cuestión; para todos ellos pido la recompensa divina.
6. Además, considero necesario agradecer en forma especial a los medios de comunicación nacional, a sus colaboradores, funcionarios y autoridades, creadores de entusiasmo en las elecciones y que con trabajo innovador y artístico se convirtieron en narradores veraces de las tendencias, opiniones y objetivos de los candidatos presidenciales. Ellos le mostraron al mundo la forma en que cambia de manos el poder en la República Islámica. Para todos ellos es necesario pedir que Dios les otorgue el éxito que merecen.
Expreso mis más sinceros agradecimientos a Dios y le suplico humildemente que derrame sus bendiciones sobre nuestra nación y nos otorgue un mejor futuro. Asimismo, expreso mis saludos de respeto al noble Imam Jomeini, a los abnegados mártires, y le pido a Dios que les otorgue la elevada posición que se merecen.
La paz y la misericordia de Dios sean con todos vosotros.
Seyyed Ali Jameneí
25 de Jordad de 1392
15 de junio de 2013