El Sayyid Ali Jameneí, líder Supremo de la Revolución Islámica, dirigió un mensaje a los peregrinos del Hach de este año. El siguiente es el texto completo de este mensaje emitido el 19 de septiembre de 2015.
En el nombre de Dios, el Compasivo, el Misericordioso
Alabado sea Dios, Señor de los mundos, y la paz y las bendiciones sean sobre el señor de todas las criaturas, Muhammad, sobre su familia purificada, sobre sus nobles compañeros y sobre sus seguidores hasta el Día del Juicio.
Salutaciones a la Sagrada Kaaba, sede de la unicidad de Dios, el lugar de circunvalación (tawaf) de los creyentes y el enclave de los ángeles, y salutaciones a la Mezquita Prohibida [para los incrédulos] (Masyid Al-Haram), al Monte Arafat, a Mash'ar y a Mina. Salutaciones a los corazones que se prosternan ante Dios, a las lenguas orantes, a los ojos intuitivos y a los intelectos receptivos. Salutaciones a vosotros, peregrinos bienaventurados que habéis tenido el honor de responder al llamado divino y reuniros en este bendito ágape.
La primera responsabilidad es meditar sobre esta respuesta mundial, histórica y eterna, al llamado divino: «Ciertamente, la alabanza y las bendiciones Te pertenecen, así como el reino. No hay nadie que comparta la gloria contigo. Aquí estoy, respondiendo a Tu llamado.
Todas las alabanzas son de Él y para Él, todas las bendiciones provienen de Él y toda posesión y poder Le pertenecen»
Esta es la visión que se le otorga al peregrino al dar sus primeros pasos en esta obligación significativa y el elocuente; y la continuación de estos ritos toma forma en consonancia con ellos. A partir de ahí, se presenta como una lección permanente e inolvidable ante él y se le pide organizar su vida en adelante sobre estos pilares.
Asimilar esta gran lección, y actuar de acuerdo a ella, es una fuente llena de bendiciones que puede aportar a la vida de los musulmanes su frescura, vitalidad y dinamismo y liberarlos de todas las afecciones que en esta época y en toda época han de soportar.
El ídolo del egoísmo, de la soberbia, de la incontinencia; los ídolos de la dominación y la sumisión, así como el ídolo de la arrogancia mundial, el de la pereza y el de la irresponsabilidad y todos los ídolos que degradan la elevada naturaleza del ser humano, serán quebrantados con la proclama de Abraham -siempre y cuando salga de lo más profundo del corazón y sea incorporado al plan de vida- y la libertad, la grandeza y el bienestar sustituirán la dependencia, la dificultad y el sufrimiento.
Hermanos y hermanas peregrinos de todas las naciones y países, reflexionad sobre las palabras de esa proclama portadora de la sabiduría divina y contemplad con mirada atenta y precisa los problemas del Mundo Islámico, particularmente aquellos que afectan a Asia Occidental y el norte de África; y prestad a tención a la capacidad y recursos personales y del entorno, deducid vuestras obligaciones y responsabilidades y esforzaos en cumplir con ellas.
Hoy, las malvadas políticas de Estados Unidos en la región, que han provocado guerras, derramamiento de sangre, destrucción y exilio de las poblaciones, así como pobreza, subdesarrollo y enfrentamientos étnicos y religiosos, por un lado, y por otro, los crímenes cometidos por el régimen sionista, que ha llevado al extremo su conducta tiránica y usurpadora en Palestina, además de profanar continuamente la Mezquita Al-Aqsa y de atentar contra las vidas y propiedades del oprimido pueblo palestino, son el primer problema de todos vosotros sobre el que debéis deteneros a pensar y asumir vuestra responsabilidad como musulmanes.
Los ulemas y las personalidades de la política y la cultura tienen una responsabilidad mucho mayor, que lamentablemente, a menudo ignoran.
Los ulemas, en vez de avivar las llamas de las diferencias doctrinales; los políticos, en lugar de adoptar una actitud pasiva ante los enemigos, y las personalidades de la cultura, en vez de distraerse en el debate de cuestiones secundarias, deben percatarse del gran dolor que está soportando el Mundo Islámico, y cumplir con sus responsabilidades de las que tienen que responder ante la justicia divina.
Los impactantes y lamentables acontecimientos de la región, en Irak, Siria, Yemen, Bahréin, Cisjordania, Gaza y otros países de Asia y África, forman parte de los problemas que afectan a la comunidad islámica, en los que se puede ver la mano de las conspiraciones de la arrogancia mundial y para los que hay que buscar un remedio. Los pueblos se lo tienen que reclamar a sus gobiernos y los gobiernos deben ser leales a esa pesada responsabilidad que han contraído.
La peregrinación mayor a La Meca (Hach ) y sus espléndidas asambleas son la mejor ocasión para hacer visible y se intercambie esta responsabilidad histórica.
Y la oportunidad para expresar el odio a Satanás y los ídolos (Bara'at), tiene que darse con la participación de todos los peregrinos en todos los lugares y tiene que ser aprovechada, ya que es uno de los rituales políticos más expresivos que se lleva a cabo en este deber colectivo.
Este año, los trágicos y penosos hechos ocurridos en la Mezquita Sagrada (Masyid Al-Haram) han dejado un gusto amargo en la boca de los peregrinos y sus pueblos. Es verdad que las víctimas de este terrible acontecimiento, han retornado a su Señor mientras estaban rezando y circunvalando la Kaaba. Han alcanzado, Dios mediante, una gran felicidad y descanso y se encuentran en los recintos seguros de la satisfacción y la bendición divinas, lo cual supone un gran consuelo para los sobrevivientes, pero no puede mitigar la responsabilidad de aquellos que están comprometidos a garantizar la seguridad de los invitados de Dios Misericordioso.
Exigimos categóricamente el cumplimiento de este compromiso y el que asuman esta responsabilidad.
Y que la paz sea sobre los siervos rectos de Dios,
Sayyid Ali Jameneí
04/12/1436
18/09/2015