Un sistema democrático - dependiente del voto de la gente en su contexto fundamental - no puede despreocuparse de la toma de conciencia de la gente. Debe concienciar a la gente dotándoles de la capacidad necesaria para analizar, así como de las informaciones, los conocimientos y la sabiduría necesarios. Para un sistema como tal, la concienciación es tan imprescindible como lo es el agua y el aire para un ser humano. La República Islámica, siendo un sistema democrático, se ve beneficiado cada vez más al ritmo que aumentan los conocimientos de la gente. Así pues, este sistema necesita concienciar a la gente.
Europa y EE.UU., carecen de periódicos importantes que no pertenezcan a los capitalistas. Yo planteo esta pregunta: ¿Qué periódico pertenece a la clase media y baja de dichos países, para que podamos verificar la libertad de expresión de esta prensa y de la clase a la que pertenece? ¿A quién pertenecen los periódicos? En estos países, los periódicos pertenecen a los Trusts, Carteles y los Capitalistas. Eso quiere decir, que el capitalista tiene libertad para decir lo que quiera, para desprestigiar a quien quiera, ensalzar a quien quiera. En fin, puede orientar la opinión pública como le dé la gana. Ésta no es libertad.
Nosotros creemos que para el sistema de la República Islámica, la prensa no es un objeto de lujo o una mera formalidad. Por este mismo motivo, la variedad junto con el desarrollo cuantitativo y cualitativo de la prensa, supone una de las labores principales de este sistema. Yo considero a la prensa como necesidad imprescindible para nuestra sociedad, también para cualquier otra que pretenda una vida de calidad. Para mí la prensa tiene tres deberes principales: primero el análisis y la supervisión, segundo la información correcta y transparente, tercero el planteamiento e intercambio de las opiniones y los pensamientos en la sociedad. Creo en que la libertad de expresión, es el derecho indiscutible de la gente y de la prensa. No tengo ninguna duda de que este derecho, es uno de los principios reconocidos y enfatizados en la Constitución. Creo que la sociedad que pierda la prensa libre y creciente, escrita con la pluma de gente librepensadora y sabia, perderá muchas otras cosas como consecuencia. La existencia de una prensa libre es al mismo tiempo una de las señales y una de las causas del desarrollo de una nación, es decir, el desarrollo y la libertad de la nación crean la prensa libre, y ésta a su vez acelera el desarrollo de la nación. También creo en que la libertad de la prensa y de expresión, no debe ensombrecer otros valores y verdades relacionados a este tema. Hay que saber el arte para mantener la libertad y entender la verdad, tener la prensa libre sin que se produzca el daño mencionado. Hay que seguir este camino.
El capital principal de los medios de comunicación es la confianza pública, la cual se consigue respetando los valores y las creencias de la mayoría, la dignidad y el prestigio del sistema, así como la veracidad de sus emisiones. El desarrollo de la prensa ilustrativa, respetuosa con el bien del país, trabajadora en beneficio de la gente y de la religión, según está definida en la Constitución, es favorable.
El deber más importante de la prensa en el sistema islámico, es su papel cultural en la presentación, como la defensa de los valores y los ritos admitidos por esta nación revolucionaria, elevando el nivel de los conocimientos de la gente. En la época contemporánea, después del fracaso definitivo del marxismo, el imperialismo del Occidente, normalmente aplica los ejes y los métodos culturales para la ampliación de su dominio político y ateísta a las naciones revolucionarias. El enfrentamiento adecuado con la invasión cultural del Occidente en diferentes aspectos, debe ser una de las prioridades de los medios de comunicación pública.
Por este mismo motivo, reitero mi sugerencia a la prensa y los medios de comunicación, para actuar de forma responsable respecto a los asuntos del país. Nosotros no debemos convertirnos en los agentes de los enemigos, facilitarles el trabajo, ofreciendo a la gente en la prensa, los medios de comunicación y las tribunas, lo mismo que el enemigo quiere provocar en el ámbito intelectual y cultural de nuestra sociedad. Ésta es una gran equivocación. Si se comete intencional y conscientemente, ya pasa a ser una gran traición, y si se hace por negligencia, es una gran equivocación. Hay que estar sumamente alerta.
Por eso la supervisión a la prensa es un deber y un trabajo necesario, que además viene confirmada en la Constitución, la ley de prensa y la ley ordinaria. En ausencia de la supervisión, la prensa no podrá responder favorablemente a las peticiones y las conveniencias nacionales. Algunos piensan que la opinión pública, se trata de una región libre y sin límites, en donde pueden hacer lo que quieran. La opinión pública no es un ratón de laboratorio, para que podamos hacer con él lo que nos dé la gana. Con análisis erróneos y la propagación de calumnias y mentiras perjudican la fe, los sentimientos, las creencias y las santidades de la gente. No es correcto lo que hacen. Así pues, la supervisión es necesaria para evitar dichos perjuicios.