«Otro aspecto del talante popular es la lucha contra la corrupción. Si queremos verdaderamente estar junto a la gente, luchemos sin cuartel contra la corrupción y los corruptores (…). Las condiciones y el terreno para la corrupción se crean en el poder ejecutivo. Es ahí donde debe combatirse la corrupción. Esas evasiones fiscales, los monopolios injustificados, el uso indebido de la divisa preferencial, las actividades de lucro insanas, el contrabando y demás son esos modos de corrupción a los que hay que enfrentarse de verdad, con planificación y con diligencia».
«En la actualidad, las actividades que más despliegan nuestros enemigos contra nosotros, por encima de actividades contra la seguridad o la economía, son las actividades propagandísticas, la guerra blanda y la propaganda mediática. Gastan sumas ingentes y hacen muchísimas cosas para dominar la opinión pública. Para esa labor, emplean muchas ideas en gabinetes estratégicos a fin de apoderarse y tomar posesión mediante guerra psicológica y propaganda diversa de la opinión pública de los países ―incluido y por encima de todo nuestro país, que es objeto de las malas intenciones de las grandes potencias―. Cuando la opinión pública de una nación cae en posesión de extranjeros, el movimiento de ese pueblo avanzará también naturalmente de acuerdo a los deseos de esos extranjeros. La labor propagandística es una labor importante».