«El progreso del país es motivo de la ira y la frustración de quienes desean el mal para Irán. Por supuesto, existen ciertas flaquezas en algunas áreas, como son los asuntos económicos, para cuya subsanación sin duda han de hacerse esfuerzos», dijo el ayatolá Jameneí en la reunión.

Su Eminencia precisó que la preparación material de las Fuerzas Armadas implica el reforzamiento de su capacidad armamentística y el mejoramiento en cuanto a organización y condiciones de vida, a lo que añadió: «Junto a esa preparación material, es de gran importancia la preparación inmaterial: la fe en los propios objetivos y misión y la certeza acerca de la legitimidad del camino, aspecto a propósito del cual existen esfuerzos hostiles para manipularlo».

El Líder de la Revolución Islámica observó que la mera existencia del sistema islámico en su islamicidad y soberanía suscita animosidades. «Lo que despierta las suspicacias del enemigo no es el nombre de la República Islámica, sino que es la voluntad de un país que quiere ser musulmán, gozar de independencia e identidad y no depender de otros para su propia dignidad lo que los enfurece».

El ayatolá Jameneí señaló como ejemplo de los dobles raseros de los prepotentes mundiales el que se consideren a sí mismos autorizados para pertrecharse con las más terribles y devastadoras armas, a la vez que catalogan como ilícito el progreso defensivo de los demás, y dijo: «La certeza, la fe, la voluntad, la valentía y la confianza en Dios han de estar presentes al máximo en las Fuerzas Armadas, porque, a lo largo de la historia, los ejércitos fastuosos que carecían de esas características fracasaron».

La preservación y mejora de esa preparación inmaterial en la sociedad, dijo, requieren el esfuerzo de organismos diversos, como la radiotelevisión IRIB y las agencias de difusión y propaganda. Afortunadamente, agregó, «hoy el país no solo está mucho más adelantado que antes en cuanto a preparación material, sino que en materia de preparación inmaterial está también muy avanzado, siendo ejemplo de ello ese entusiasmo indescriptible de cientos y miles de jóvenes devotos y motivados por acudir a los campos en los que hace falta luchar».

Su eminencia el ayatolá Jameneí atribuyó al creciente progreso de Irán la ira de quienes desean el mal de Irán y las controversias mediáticas que generan: «Presentan como noticias y realidad cosas que son deseos suyos, y deben hacerse planes para contrarrestar esas insinuaciones y esa propaganda», subrayó.

Tras recalcar que la República Islámica goza de buen dinamismo y progreso, el Líder de la Revolución Islámica admitió: «Ciertamente, existen también ciertos aprietos económicos palpables que deben ser resueltos, pero no hay que mezclar las cosas ni pasar por alto avances asombrosos que han suscitado incluso la admiración de los enemigos».

El ayatolá Jameneí felicitó el nuevo año a todos los miembros de las Fuerzas Armadas y sus familias, y alabó el valioso papel desempeñado por las esposas y familiares de los militares al asistirlos en el cumplimiento de su misión.

Al comienzo de la reunión, el jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas iraníes, general de división Baqerí, repasó los acontecimientos del año 1403 H. s. en Irán y en la región y se refirió al despertar mundial en torno a la causa palestina y la histórica resistencia de la población de Gaza y Líbano frente a los crímenes del régimen sionista como «honrosas cumbres de la lucha contra la opresión», tras lo cual rindió homenaje a la memoria de los muyahidines y comandantes mártires de la Resistencia.

El general Baqerí enumeró, entre las medidas y programas de las Fuerzas Armadas, el fortalecimiento de la capacidad de defensa y disuasión de Irán, la producción de equipos y armas avanzados, la organización de numerosas maniobras de alta calidad, la total coordinación de las Fuerzas Armadas, la ayuda al progreso y la construcción del país, la total sinergia entre la acción y la diplomacia y la colaboración con el Gobierno para hacer realidad la divisa del año.

Además, el alto mando castrense expresó su agradecimiento al excelentísimo presidente de la República Islámica por los esfuerzos realizados para dar apoyo al sector de la defensa del país. «Con el apoyo del pueblo, las Fuerzas Armadas gozan de preparación total y frustrarán el anhelo de los enemigos de Irán por alcanzar sus siniestros objetivos», dijo.