«En el Corán encontramos las expresiones más progresistas y mejores sobre la mujer, así como los mejores conceptos sobre su identidad y personalidad (...). En primer lugar, sobre el papel en el origen de la vida y la historia humanas a partir del hombre y la mujer: igualdad entre hombre y mujer. “En verdad, os hemos creado de un macho y una hembra” (Sagrado Corán, 49:13); es decir, en la creación de la estirpe humana (...), los fundadores de esta estructura fueron un hombre y una mujer. En otras palabras, según la expresión coránica, la mujer ha ocupado la mitad del impacto de la vida de la humanidad. [En segundo lugar,] en lo relativo al deber general, Dios Altísimo ha creado a los seres humanos con un propósito (...). En ese sentido, en la lógica del Islam, hombre y mujer son iguales, sin ningún tipo de diferencia. “Y, quien haga buenas acciones, sea varón o hembra, y sea creyente” (Sagrado Corán, 4:124): el impacto de las buenas obras y la fe es igual en el hombre y en la mujer (...). En tercer lugar, en lo referido al acceso a las perfecciones espirituales (...). En la bendita sura Al-Ahzab (“Los partidos”), dice: “En verdad, para los musulmanes y las musulmanas, los fieles y las fieles, los devotos y las devotas, los sinceros y las sinceras, los pacientes y las pacientes, los humildes y las humildes, los caritativos y las caritativas, los que ayunan y las que ayunan, los que protegen y las que protegen su sexo y los que recuerdan y las que recuerdan mucho a Dios” (Sagrado Corán, 33:35). En todas partes, el hombre y la mujer [aparecen] juntos; diez atributos de primera categoría e iguales para hombre y mujer como siervos de Dios, como siervos fieles. Quienes poseen esas características son objeto del favor de Dios, de Su perdón, de la atención divina, y son dignos de alcanzar los altos rangos espirituales de Dios» (03/12/2025).