«El socorrista, estando bajo una lluvia de balas y de metralla, piensa en salvar a los demás. Nuestro combatiente tiene dos tareas: una, repeler al enemigo, y la otra protegerse a sí mismo, mientras que nuestro socorrista no piensa en su propia protección, sino en la de los demás, y para proteger a los demás penetra en el campo de batalla» (12/05/2025).