La falsedad está condenado a desaparecer
«Esa falsedad caerá. Lo falso no perdura, está condenado a desaparecer, sin duda alguna. Ahora bien, hay que actuar; esto no consiste en que nos sentemos a contemplar cómo esa falsedad se deshace y desaparece por sí sola; no, sino que cuando Dios anuncia que la falsedad caerá, eso significa que, si ...