Voy a contar una anécdota de una persona vinculada al régimen de Mohammad Reza Pahlaví, para que vean lo denigrante que puede ser la dependencia (de potencias extranjeras).

En los primeros días posteriores a la caída de Reza Jan, cuando aún no se había designado sucesor, ese hombre visitó al embajador británico en Teherán en nombre de Mohammad Reza para conocer las decisiones que se estaban tomando sobre quién heredaría el reino. El embajador británico le dijo: «De acuerdo con la información de que disponemos, Mohammad Reza escucha Radio Berlín y sigue los avances de Alemania sobre el mapa, por lo que no podemos confiar en él». El mediador transmitió el mensaje del embajador a Mohammad Reza, quien, tras aquella reunión, abandonó la costumbre de escuchar Radio Berlín, y entonces los británicos decidieron que ya estaba todo en orden y podía ser nombrado rey.

Declaración en el santuario del imam Jomeiní (q. e. p. d.)

4 de junio de 1995