Gaza y Palestina son asunto nuestro. Es un asunto del Islam y nuestro. Es asunto de todos los musulmanes, y es nuestra responsabilidad. Lo que estamos haciendo es cumplir nuestro deber, y no pedimos a nadie que nos lo agradezca. Hemos obrado conforme a nuestra responsabilidad, y pedimos a Dios el Altísimo que nos ayude a seguir haciéndolo.
Deben ustedes saber que, si los responsables del país no hubiéramos frenado a la gente, muchos de nuestros jóvenes habrían entrado en escena en Palestina. En un momento dado, a propósito de Gaza, nuestros jóvenes fueron al aeropuerto [1] y no volvían, hicieran lo que hicieran las autoridades. Sólo se fueron tras mi mensaje. Si yo no hubiera hecho un comunicado, no se habrían ido. Decían: «¡Llévennos a Gaza!». Creían que podían llegar a Gaza. Esa es la motivación de nuestra juventud.
Gaza y Palestina son asunto nuestro. Es un asunto del Islam y nuestro. Es asunto de todos los musulmanes, y es nuestra responsabilidad. Lo que estamos haciendo es cumplir nuestro deber, y no pedimos a nadie que nos lo agradezca. Hemos obrado conforme a nuestra responsabilidad, y pedimos a Dios el Altísimo que nos ayude a seguir haciéndolo.
Ustedes, los amigos que están presentes en este encuentro, deberían remitirse a lo que han declarado otras personas en la reunión. Algo que se ha dicho es que la lucha es esencial, y que para Palestina no hay otra vía que la resistencia. Ustedes deben hacerlo saber con franqueza. No deben permitir que dominen la región la demagogia y las manipulaciones políticas.
Todos los palestinos que se han apartado de la resistencia han sufrido pérdidas. Israel no es sincero ni honrado en su llamamiento a la paz, e incluso si lo fuera no tendría derecho alguno a Palestina, por lo que se trataría de un llamado ilegítimo. Pero no es honrado al llamar a la paz. Aquellos que siguieron el camino de las negociaciones se han visto forzados a aceptar las imposiciones del enemigo. Si se hubieran apartado de la senda de las imposiciones del enemigo, siquiera por un momento, habrían sido eliminados o humillados. Ustedes han sido testigos de ambas cosas. Eliminaron a algunos y, al resto, los humillaron y desautorizaron.
Imam Jameneí, 27 de febrero de 2010.
[1] El 30 de diciembre de 2008