Hace dos meses, la Umma musulmana vio una nueva victoria: la victoria del Movimiento de Resistencia Palestina contra los enemigos sionistas en la Franja de Gaza. Fue una gran y gloriosa victoria. ¿Qué victoria más impresionante que derrotar a un poderoso ejército que en 1967 y 1973 había derrotado a tres ejércitos? ¿Qué podría ser más impresionante que los 22 días de vanos esfuerzos de ese poderoso ejército contra la Resistencia y los jóvenes soldados de la Franja de Gaza? El ejército sionista se vio obligado a retirarse con las manos vacías. El régimen sionista y sus partidarios, especialmente los Estados Unidos, han quedado deshonrados ante el mundo. Han quedado deshonrados públicamente. Esta es una gran victoria para todos los musulmanes que se han unido a ellos. Esta vez ya no han podido recurrir a las controversias entre chiíes y sunníes, por lo que esgrimieron cuestiones étnicas. «Ser o no ser árabe». Lanzaron un planteamiento, según el cual la cuestión palestina sería una cuestión árabe en la que los no árabes no tendrían derecho a involucrarse. La causa palestina es una causa islámica. Ser o no árabes no tiene nada que ver. La pertenencia étnica, en el mundo islámico, puede ser la mayor causa de discordia si se le presta atención. La aparición de la etnicidad en los temas importantes del mundo islámico hace que los árabes, iraníes, turcos, kurdos, indonesios, malayos, pakistaníes e indios se alejen unos de otros. ¿Qué quedará de la Umma islámica, si tal cosa sucede? ¿No es esto un desastre para la Umma islámica y un desperdicio de sus fortalezas y capacidades? Estas son las maquinaciones de los poderes arrogantes y, desafortunadamente, en el mundo islámico algunos han caído en la trampa. Para borrar el dulce recuerdo de la victoria del Líbano y Gaza de la mente de los musulmanes, inmediatamente han lanzado un tema controvertido para dividir a los musulmanes.