«Toda nación devota que mantenga su fe en Dios el Altísimo y en lo que Él ha prometido alcanzará sin duda la victoria, por lo que con toda certeza el triunfo será para la nación oprimida y combatiente de Yemen», ha dicho en el encuentro el Líder de la Revolución islámica al portavoz de Ansarolá, Muhammad Abdessalam, tras alabar la fe, la resistencia, la inteligencia y el espíritu combativo del pueblo yemení frente a la feroz agresión a gran escala que sufre desde hace más de cinco años. 

El ayatolá Jameneí ha expresado tanto su felicitación como sus condolencias por el reciente martirio de Ibrahim Badreddín, hermano de Seyed Abdulmalik, y, tras elogiar a la «gran familia combatiente» de los Badreddín y, en particular, a Husein Badreddín, caído mártir en 2004, ha agregado: «El pueblo de Yemen, con la profunda tradición histórica de su civilización y con el espíritu combativo y de resistencia que ha mostrado en estos cinco años, tiene ante sí un buen futuro y, Dios mediante, formará un gobierno fuerte con el cual progresar».

Los «grandes crímenes» cometidos en Yemen por los saudíes, los emiratíes y quienes los respaldan no darán el resultado que ellos esperan, que no es sino la fragmentación del país, ha añadido el Líder persa, antes de alentar a sus huéspedes a resistir con fuerza frente a ese «complot» para defender la unidad y la integridad territorial de su patria.

«La preservación de la integridad de Yemen precisa diálogos intrayemeníes en los que se tengan presentes las convicciones religiosas y los diferentes pueblos del país», ha recomendado por otra parte su eminencia.

Respecto a la dura situación que atraviesa el país por los crímenes de los saudíes y sus colaboradores, que ni siquiera se detuvieron en el día del Eid al-Adha, celebrado el lunes, el Líder de la Revolución islámica ha señalado la incoherencia de tal comportamiento con la supuesta defensa de los derechos humanos que se arrogan los agresores.

El Líder persa ha reiterado a este respecto el posicionamiento antiestadounidense y antioccidental de la República Islámica de Irán. «Esa posición no se debe a ningún fanatismo, sino a las realidades existentes y al modo de obrar de los gobernantes norteamericanos y occidentales, que, a la vez que mantienen una apariencia humanitaria, civilizada y moral, cometen un crimen tras otro, sin dejar en ningún momento de hablar de derechos humanos».

Prosiguiendo su crítica, el Líder de la Revolución islámica ha fustigado la indiferencia de Occidente frente a los crímenes que se cometen en Yemen y Palestina —«una muestra de las realidades del mundo actual», ha señalado— y ha añadido: «Hay que hacer frente a esas potencias criminales con la fuerza de la fe, resistiendo y apoyándose en la ayuda divina. Es el único camino».

La República Islámica de Irán ha sufrido igualmente embargos y presiones de todo tipo, desde el triunfo de la Revolución hasta la actualidad y, en especial, durante los ocho años de guerra impuesta con Irak, cuando hubo problemas hasta para satisfacer las necesidades básicas de la defensa, ha recordado el ayatolá Jameneí, antes de agregar: «A pesar de cuarenta años de embargos, la resistencia, la fe y el esfuerzo de combate han permitido a la nación iraní obtener a día de hoy capacidades muy relevantes en el terreno de las armas defensivas».

Para finalizar, el Líder de la Revolución islámica ha reiterado su apoyo a la lucha de «las mujeres y los hombres creyentes y resistentes de Yemen», y ha pedido a la delegación del país árabe que transmitiera su saludo al «querido hermano combatiente» Seyed Abdulmalik Badreddín, así como a «la pía y resistente nación yemení».

 

Palabras del portavoz de Ansarolá

El portavoz de Ansarolá ha comunicado por su parte al ayatolá Jameneí un afectuoso saludo del líder del movimiento popular yemení, Seyed Abdelmalik Badreddín, así como de todos los combatientes de su país, y ha declarado: «Nosotros consideramos la autoridad religiosa de usted la continuación de la línea del Profeta del Islam (PB) y de la autoridad del Príncipe de los Creyentes (P), y en su defensa del oprimido pueblo yemení, propia del León de Dios, el Imam Alí (P), vemos la continuación de la línea del imam Jomeiní (qepd), además de una fuente de bendiciones y de mucho aliento».

En el mismo sentido, el Sr. Abdessalam ha recalcado el carácter «religioso» y «de principios» de la defensa que hace el Líder de la República Islámica de los oprimidos del mundo, en particular del pueblo yemení, y ha dicho: «El pueblo de Yemen atraviesa una situación extremadamente dura, pero aunque tenga las manos vacías resiste con fe y con firmeza frente a la agresión de diecisiete Estados, y nosotros le prometemos a usted que la nación yemení seguirá resistiendo a la agresión de la injusticia de manera coordinada, como un solo hombre, hasta la victoria total».