El Líder de la Revolución islámica ha formulado hoy martes, en la inauguración del año lectivo de las escuelas de teología persas, las líneas generales de la política de Irán respecto a la manifestación por los dirigentes estadounidenses de su interés en negociar con Teherán.

Los dos puntos principales a tener en cuenta señalados por el ayatolá Jameneí son que negociar con los estadounidenses equivale a aceptar que sean ellos quienes impongan su voluntad a la República Islámica, y que unas negociaciones servirían para escenificar el éxito de la política de «presión máxima» de Washington.

«Por eso, los responsables del país, desde el presidente de la República hasta el ministro de Asuntos Exteriores y los demás, coinciden en proclamar de forma unánime que no negociarán con Estados Unidos, ni de modo unilateral ni multilateral», ha indicado el Líder de la Revolución.

Aun así, si EE.UU. «se retracta, se arrepiente y regresa al acuerdo nuclear que ha violado, entonces puede ser partícipe del grupo de países miembros del pacto, que cooperan y hablan con Irán», ha señalado el Líder, para a continuación añadir que, en caso contrario, «no habrá ninguna negociación a ningún nivel entre las autoridades de la República Islámica y las estadounidenses, ni en Nueva York ni en otro lugar».

El Líder persa ha expresado estas líneas maestras en una charla iniciada con unas observaciones sobre las ceremonias de duelo de Muharram por el Imam Husain (con él la paz), más concurridas este año que en otros precedentes, lo que ha considerado una muestra significativa de la solidez del vínculo existente entre el pueblo iraní y la Ahl-ul Bait (con ellos la paz). «A pesar de la propaganda masiva de los enemigos contra lo sagrado y de la gran variedad de diversiones y atracciones variopintas que hay para la juventud, con la llegada del mes de muharram una inmensa ola de gente, en su mayoría jóvenes, se dirige hacia la jaima de Husain ibn Alí (P), al amparo de la cual nuestro pueblo sigue su camino», ha celebrado.

Tomando como punto de partida la vitalidad de ese movimiento popular, el ayatolá Jameneí ha insistido en que la solución a los problemas diversos que aquejan a la nación persa está en sus propias manos: «No hay que tener los ojos puestos en los extranjeros, poner las esperanzas en tal o cual Gobierno ni sustentarse en reuniones con otros».

Eso no quiere decir, ha aclarado, que Irán deba cerrar las puertas a los tratos con los distintos Gobiernos del mundo. «Nosotros somos gente dada al trato mutuo, al diálogo y a los encuentros y reuniones, pero los asuntos del país no deben depender de reuniones con otros. Aprovechen cuanto puedan las posibilidades que les ofrece el mundo, pero el remedio está dentro del país, y la solución de los problemas en manos de la gente», ha insistido.

De los extranjeros y de «los agentes del podrido sistema capitalista occidental», ha indicado no obstante el Líder de la Revolución islámica, es imposible esperar que vean con buenos ojos el «mensaje nuevo» y la «nueva vía» que se enorgullece de haber emprendido por la República Islámica de Irán. «Ellos han sido y serán tan hostiles como puedan, pero, por la gracia y el poder divinos, esos esfuerzos no llegarán a ninguna parte, y la nación triunfará frente a sus enemigos y, en particular, frente a Estados Unidos».

Que Washington plantee ahora de nuevo negociaciones con Irán, ha advertido la máxima autoridad persa, no es más que una estratagema. «A veces hablan de negociaciones sin condiciones previas, a veces de negociaciones con 12 condiciones. Que hablen así se debe, o bien al caos reinante en su política, o a una treta para confundir al adversario», ha dicho antes de apuntar que la República Islámica no se dejará confundir, «porque el camino está claro y sabemos lo que hacemos».

El objetivo norteamericano al proponer negociar no es hallar una salida justa a la situación, ha recalcado el Líder persa, sino «imponer sus deseos marcados por la insolencia». «Que el objetivo de EE. UU. con las negociaciones es imponerse ya lo decía yo antes, pero ahora se han vuelto tan insolentes que lo dicen ellos mismos», ha hecho notar, y en este sentido ha citado palabras recientes de un responsable estadounidense que decía que Washington debía ir a la mesa de diálogo con Irán y plantear sus exigencias para hacerlas aceptar tal cuales a Teherán. «Para ese tipo de negociaciones, que se dirijan a esos que les hacen de vacas lecheras. La República Islámica es la república de los fieles, la república de los devotos a Dios y la república de la dignidad», ha zanjado.

Abundando en la explicación de la estrategia norteamericana, el Líder persa ha señalado la combinación de los esfuerzos por arrastrar a Irán a la mesa de negociaciones con la estrategia de «presión máxima» ejercida mediante «embargos diversos, amenazas y palabrería», lo que según ha señalado se debe a la convicción estadounidense de su incapacidad de poner de rodillas a la República Islámica y obligarla a humillarse y aceptar sus imposiciones con meras formalidades.

«El régimen de Estados Unidos pretende hacer aceptar de manera categórica, tanto a sus competidores internos como a los europeos, que la única forma de hacer frente a Irán es la presión máxima», ha dicho el ayatolá Jameneí.

Los propios estadounidenses y sus aliados han reconocido ya, sin embargo, el fracaso de esa estrategia para poner a Irán de rodillas, ha indicado el Líder. «Su objetivo con las negociaciones es mostrar a todo el mundo que la presión máxima ha funcionado y que las autoridades de la República Islámica se han visto obligadas, en contra de su negativa a negociar, a sentarse en la mesa de diálogo», ha expuesto como razón del empeño norteamericano en seguir la vía de la presión máxima como único modo de tratar con Irán.

«Si el enemigo logra demostrar que la presión máxima es el remedio para tratar con Irán y que tiene efecto sobre nosotros, Irán y nuestro querido pueblo no volverán a gozar de tranquilidad, porque para todas las políticas arrogantes de Estados Unidos se aplicará esa estrategia y, en adelante, para cualquier cosa que exijan con intimidaciones a la República Islámica, si se les dice «como usted mande», ya está, pero si les decimos que no, de nuevo volverán a la presión máxima», ha advertido el ayatolá Jameneí.

En cuanto a la insistencia de Washington en proponer como intermediarios a algunos Gobiernos europeos para negociaciones y encuentros con Teherán, el Líder ha adelantado que abordará la posición de Europa en las relaciones occidentales con Irán en otro momento, y la ha achacado a esa misma voluntad estadounidense de demostrar a los europeos que su estrategia de presión máxima funciona y debe aplicarse.

«Ante esto, nosotros debemos demostrar que la estrategia de presión máxima contra la nación iraní no tiene el más mínimo valor», ha recalcado el Líder iraní. La República Islámica, ha recordado, ha logrado evitar que las tretas de todo tipo usadas por sus enemigos durante los últimos cuarenta años derroten a Irán. «Sus políticas han sido derrotadas una tras otra por las de la República Islámica y, en el futuro, Dios mediante, la República Islámica seguirá derrotándolos y saldrá de esta lid airosa y con la cabeza alta», ha concluido.