En la visita, de dos horas de duración, el ayatolá Jameneí ha tenido ocasión de pasar por treinta puestos de empresas de la economía del conocimiento, conversar con ingenieros e investigadores y conocer los últimos logros científicos y tecnológicos de los jóvenes y los especialistas iraníes, así como los últimos proyectos comercializados en este campo.

Entre los logros de las empresas presentes en la muestra, hay equipos médicos de alta tecnología para la detección del cáncer, hemodiálisis, cirugía robótica, prótesis nerviosas, equipo de laboratorio, producción de vacunas y medicamentos avanzados ―todo ello de producción íntegramente nacional―, diseño y construcción de motores de reacción, diseño de motores aeronáuticos, sistemas de supervisión de plantas energéticas, producción de catalizadores de hidrocarburos, servicios de exploración y perforación en aguas profundas, construcción de depósitos y equipamiento de acero, sistemas avanzados lumínicos, de escaneo, medida, corte y simulación, procesadores, construcción de secadores industriales por congelación y producción de videojuegos.

El Líder de la Revolución ha recalcado la necesidad de superar la economía del petróleo y sus repercusiones en la cultura, y ha precisado: «Una de las quejas de los jóvenes en la exposición de hoy era que en ocasiones los organismos gubernamentales importan del extranjero un producto que se hace o puede hacerse aquí mismo, lo que es una consecuencia de la cultura de la economía petrolera. Esa actitud errónea hay que rectificarla».

Dirigiéndose al vicepresidente para asuntos de Ciencia y Tecnología, el Líder ha añadido: «No permita que se creen tales obstáculos en el camino de los jóvenes activos. Haga todo lo que pueda a este respecto, y yo mismo ayudaré cuanto pueda».

En agradecimiento a los investigadores, ingenieros y responsables de la exposición, el ayatolá Jameneí ha hecho entrega de una placa conmemorativa con el siguiente texto:

 

En el nombre de Dios, el Clemente y Misericordioso

He podido ver en esta exposición la manifestación del brillante talento iraní y del afán revolucionario, por lo que he dado las gracias a Dios. Las actividades de índole fundamental para aprovechar las motivaciones y las grandes capacidades deben continuar con seriedad. Se trata del cometido principal de los responsables gubernamentales. Confíen en Dios y avancen con esperanza y entusiasmo, y con toda certeza podrán, si Dios quiere, poner fin a los problemas económicos del país.

Seyed Alí Jameneí

8 de octubre de 2019