El ayatolá Jameneí ha participado hoy miércoles en un encuentro multitudinario con miles de iraníes de diversa extracción social, en el que ha alentado a acudir a las urnas de forma masiva el próximo día 21 de febrero para elegir a los nuevos diputados en la Asamblea de Consulta Islámica persa, el Machlés, y ha cargado contra el plan del presidente de la Casa Blanca para Palestina, frente al cual ha llamado al pueblo palestino y sus grupos combatientes a la resistencia y el Yihad.
«Los estadounidenses se hacen ilusiones pensando que, por ponerle un nombre grandilocuente, su plan antipalestino tendrá éxito, cuando lo que están haciendo es estúpido y ruin, y ha acabado perjudicándolos ya desde el principio», ha dicho el Líder Supremo de la Revolución Islámica sobre el plan, del que ha recalcado que «morirá» antes de que muera el propio presidente de EE. UU., Donald Trump, quien presentó su «acuerdo del siglo» la semana pasada en Washington D. C. junto al primer ministro del régimen sionista.
El llamado «acuerdo del siglo», un engaño estúpido condenado al fracaso
El máximo dirigente persa ha criticado la presentación norteamericana como un acto de prepotencia de «salteadores de caminos estadounidenses» y ha insistido en su total certeza al vaticinar el fracaso del plan, por lo que a su juicio «es estúpido haber hecho tantas idas y venidas, tantos gastos y tanto ruido para presentarlo». El «acuerdo» es además, en opinión del Líder Supremo iraní, una «muestra flagrante» del carácter embaucador de los dirigentes norteamericanos, quienes, ha recordado, «han negociado junto a los sionistas sobre algo que no les pertenece». «Palestina es de los palestinos, que es a quien les compete decidir sobre ella. ¿Quiénes son ustedes para decidir sobre la tierra y las casas de otros? Eso no hace sino poner de manifiesto su ruindad, su carácter embaucador y su vileza», ha recalcado el ayatolá Jameneí.
El plan norteamericano-sionista, ha pronosticado, hará además revivir la causa palestina: «Que lo aplaudan unos cuantos dirigentes árabes traidores, desacreditados a ojos de sus propios pueblos, no tiene ninguna importancia. Esta iniciativa ha hecho, en sentido contrario a la política constante de la Arrogancia, que consiste en relegar al olvido la cuestión de Palestina, que esta reviva y que el nombre y la situación de injusticia en que están Palestina y los grupos palestinos estén en boca de todos».
Frente al esfuerzo de las potencias arrogantes por sacar adelante el plan sin más apoyo que las armas y el dinero, ha indicado el ayatolá Jameneí, la solución pasa por «mantenerse firmes y resistir con valentía». El pueblo palestino, sus apoyos y sus organizaciones deben llevar a cabo un «sacrificado Yihad» para poner en aprietos a «EE. UU. y el enemigo sionista», y «todo el mundo islámico debe respaldar esa resistencia valerosa», ha recomendado la alta autoridad religiosa persa.
«Estamos convencidos de que las organizaciones armadas palestinas se mantendrán firmes y seguirán resistiendo, y la República Islámica considera su deber apoyar esa a los grupos palestinos, por lo que los respaldará en todas las formas y en toda la medida en que pueda hacerlo, siendo ese respaldo la voluntad del sistema islámico y la nación de Irán», ha añadido.
Una vez más, el Líder Supremo de la Revolución Islámica ha insistido en la solución defendida por Teherán para poner por fin remedio al calvario palestino, que es una solución «de principio, anunciada y registrada» por Irán en las instituciones internacionales: «hacer votar al pueblo palestino originario». «La única vía hacia la paz y la resolución de la cuestión palestina es hacer votar a la población de origen palestino, cualquiera que sea su religión, musulmanes cristianos y judíos, para que en una votación general determinen el sistema que prefieren que rija todo el territorio palestino, y que decidan ellos mismos la suerte de Palestina y de Netanyahu y los suyos», ha reclamado el ayatolá Jameneí. Ese objetivo, ha dicho el gran ulema, se hará realidad Dios mediante, «y ustedes, los jóvenes, verán ese día y, si Dios lo dispone, rezarán en Bait al-Muqaddas (Jerusalén)».
Las elecciones legislativas iraníes de febrero, una muestra de la solidez de la República Islámica
Antes de abordar la actualidad internacional, el ayatolá Jameneí ha dedicado la mayor parte de su discurso en multitudinario evento, celebrado en la Husainiya del Imam Jomeiní, en Teherán, a las elecciones legislativas previstas en Irán en las próximas semanas, tras celebrarse el cuadragésimo primer aniversario del triunfo de la Revolución islámica en 1979, el próximo martes 11 de febrero, y la Década del Alba en curso, en los diez días previos.
Tanto la tradicional marcha anual del Veintidós de Bahmán como el proceso electoral de la 11.ª legislatura del Machlés, cuya primera ronda tendrá lugar el día 21, han sido calificados por el Líder Supremo iraní como sendas «grandes pruebas» que se dispone a pasar la nación persa: «Todo el que ame el querido Irán, la seguridad de su patria y el honor de su tierra y quiera resolver los problemas tiene que acudir a las urnas para poner una vez más de manifiesto la determinación y el poderío nacional de los iraníes», ha incitado.
De los Diez Días del Alba o recta final del proceso revolucionario de febrero de 1979, tras regresar a Irán el imam Jomeiní (q. e. p. d.), el Líder de la Revolución ha resaltado que, en ellos, el pueblo persa fue capaz, bajo el liderazgo «inigualable» de su insigne imam, de «derribar la estructura corrupta de milenios de despotismo, opresión, degeneración, dominación extranjera y humillación del pueblo, y construir en su lugar un poder popular».
Desde entonces, ha recordado el Líder Supremo, las numerosas elecciones celebradas en Irán han sido un exponente de la solidez del sistema político islámico del país, apoyado tanto en el voto popular como en la religión, razón por la cual es conocido el sistema persa como sistema de «democracia religiosa».
Así las cosas, el Líder de la Revolución Islámica ha llamado al pueblo iraní a aprovechar la ocasión de hacer una exhibición de fuerza frente a las amenazas de los enemigos exteriores con una alta participación electoral, además de participar también masivamente en las marchas del próximo martes, algo en lo que se ha mostrado confiado, dada la coincidencia de la fecha con el cuadragésimo día del martirio del teniente general Hach Qasem Soleimaní a manos del terrorismo estadounidense, que a su juicio motivará aun más a la población para «asestar un golpe contundente a las políticas del enemigo».