«Cuando ocurre una revolución, en el mundo se alegra mucha gente. Las masas populares suelen ser así. Recuerdo que, en la época de la represión del sah, murió el dictador de España. Aunque su fallecimiento no tenía nada que ver con nosotros, aquí en Teherán y en Mashhad nos alegramos como si fuera una fiesta para nosotros que muriera aquel dictador que gobernó España durante años. Igual que cuando murió otro dictador en Portugal ―y ahora en esos países hay mucho estruendo; se trata de un inmenso movimiento―, aquí nosotros nos alegramos». (24/05/2011)