Relaciones amplias y extensas con el mundo

«Una interacción amplia con el mundo es algo que siempre he recomendado, y es justo lo contrario de lo que pretenden nuestros enemigos y los dominadores del mundo. Nosotros podemos mantener relaciones amplias y extensas con el mundo, y tanto ayudar a las demás naciones y Gobiernos como beneficiarnos de su ayuda. Así es como avanza la vida social de la humanidad: con colaboración, concordia, acompañamiento e interacción con el mundo. Nuestra zona geográfica y nuestros abundantes medios nos lo facilitan» (03/08/2017).

No descuidarse ante las tretas del enemigo, y colaborar con el mundo mientras se encara seriamente a la Arrogancia

«A lo largo de esta década, los responsables del país han sido, gracias a Dios, capaces de interactuar con el mundo. Pese a que los enemigos han querido siempre aislar a la nación iraní, esta no ha quedado aislada, sino que ha interactuado con el mundo a la vez que plantaba cara seriamente al sistema de dominación y arrogancia. Ha podido mantenerse firme frente a las tretas, por más que el enemigo no desiste. Un punto que un servidor insiste en repetir y no dejar que nadie lo pierda de vista es la presencia del enemigo y sus artimañas. Dijo el Príncipe de los Creyentes (con él la paz): “Que alguien se duerma no implica que su enemigo se haya dormido” (Cumbre de la elocuencia, epístola 62). Si se quedan dormidos en su trinchera, es posible que en la trinchera de enfrente, donde está su enemigo, haya ojos despiertos actuando contra ustedes. No deben quedarse dormidos. No hay que olvidar la vigilancia ―en todos los asuntos―. A quien me dirijo en primera instancia es a los responsables políticos» (03/08/2017).

Nuestra identidad la forman el Islam, la Revolución y los antecedentes históricos

«Algo de interés nacional lo es realmente cuando no está en conflicto con la identidad nacional ni con la identidad revolucionaria del pueblo de Irán. Es cuando algo de interés nacional no está en conflicto con la identidad del pueblo que redunda realmente en el interés de la nación. De lo contrario, si consideramos de interés nacional algo que pisotee la identidad nacional, nos estaremos equivocando rotundamente. Eso no es de interés nacional. Es algo que ha sido lamentablemente el destino constante de nuestro país, desde el período del constitucionalismo hasta antes de la Revolución. La identidad nacional se desdeñaba.
Ahora bien, cuando hablamos de “identidad del pueblo de Irán”, ¿cuál es esa identidad? ¿Cómo se define nuestra identidad nacional? Nosotros somos una nación musulmana, arraigada en la historia y revolucionaria. Esa es nuestra identidad. Nuestra calidad de musulmanes, nuestra profundidad histórica y nuestra condición revolucionaria son los tres elementos principales que conforman la identidad de nuestra nación, y esos tres elementos no deben perderse de vista» (12/06/2017).

¿Con qué países debemos interactuar?

  Países islámicos y países vecinos

  Países que no mantienen conflicto con nuestro país

En uno de sus encuentros con altos responsables de la República Islámica, el imam Jameneí dijo, refiriéndose a afirmaciones de los estadounidenses sobre la peligrosidad de los misiles iraníes:

«Esa afirmación es una calumnia que se lanza en el contexto de la orientación política a la iranofobia, cuando la República Islámica de Irán no ha atacado a nadie en los últimos treinta años; mantiene una política de interacción fraterna y amistosa con los países islámicos y con sus vecinos, y colabora de modo correcto, razonable y sensato con los países que no entran en conflicto con la República Islámica» (20/09/2009).

Aquellos que no piensan como nosotros, incluidos los infieles

«Otro tipo de Yihad es el de “y cualquiera que sea hostil a los impíos” (1), es decir, separarse de la corriente de la inmoralidad y la incredulidad. Esto se lo digo especialmente a ustedes, que deben tenerlo todos en cuenta. Deben ustedes establecer la distinción entre sus actos y los de esa corriente. No se mezclen con ella. Ustedes me conocen a mí, que he estado con ustedes unos ocho años; con algunos, mucho más. Un servidor no cree en absoluto que haya que cortar relaciones con los infieles. No; lo que debe estar claro es la frontera entre ustedes y los infieles. Debe estar clara la frontera entre ustedes y los inmorales. Debe estar clara la frontera entre ustedes y quienes no creen en la República Islámica. En algún momento, es necesario interactuar en algo con esos mismos que no cree en la República Islámica, pero quedando claro que ellos son ellos, y ustedes, ustedes. No se mezclen. Yo siempre he tenido quejas respecto a algunos de este mismo sistema, de entre nosotros mismos, porque borraban las fronteras. A veces les decía que, cuando borran las fronteras, el problema es que muchos, al no haber fronteras, van de este lado al otro, o del otro lado a este. Van y vienen de manera constante. En otras palabras, los límites se olvidan. Si un país no tiene fronteras claras, no tiene identidad colectiva ni unidad colectiva. Dejen que las fronteras estén claras, que se sepa dónde están ustedes, y dónde ellos: “Y quienquiera que sea hostil a los impíos y entre en cólera por Dios, Dios entrará en cólera por él”. Si ustedes se encolerizan por Dios, Dios se encolerizará por ustedes. “Y lo satisfará en el Día de la Resurrección”» (10/11/2004).

«Nosotros, la nación iraní, no hemos iniciado hostilidades contra nadie. En el mundo hay muchos países que no comparten con nosotros fronteras, ideología, modo de pensar ni situación geográfica, pero con los que mantenemos trato, comercio y relaciones bilaterales e internacionales» (13/09/1989).

Interacción con el mundo entero, a excepción de EEUU y el régimen sionista

«Veo que algunos de nuestros hermanos dicen a veces que debemos mantener relaciones con todo el mundo. Bien, así es, debemos mantener relaciones con todo el mundo ―a excepción, claro está, de Estados Unidos y el régimen sionista―. No hay ningún problema. Primeramente, “todo el mundo” no es solo Europa ni solo Occidente. ¿Acaso no se ha celebrado en esta misma ciudad de Teherán, en estos últimos cuatro años o así, una conferencia a la que acudieron más de ciento treinta o ciento cuarenta países? Participaron cuarenta o más jefes de Gobierno y jefes de Estado. Vinieron aquí de todas partes y participaron en la cumbre de los Países No Alineados. Con esos no tenemos problemas. ¡El mundo no es solo Europa! Es un vasto lugar. Hoy, además, en el mundo las fuerzas están repartidas y divididas. El este del orbe ―es decir, Asia― es hoy el centro de una inmensa fuerza. Con ellos tenemos relaciones, y no tengo nada que objetar. Con Europa tampoco tenemos problemas, son los europeos quienes han creado un problema con nosotros. Se lo dije a uno de estos gobernantes europeos que ha estado aquí recientemente: Europa debe liberarse de esa subordinación a Estados Unidos en su política. Los europeos se han subordinado a la política estadounidense. Estados Unidos nos ha sometido a embargos, y ellos obedecen. Estados Unidos hizo propaganda contra nosotros, y ellos siguieron. Bien, ¿y nosotros qué hacemos? En distintos ámbitos, fueron los europeos quienes iniciaron la hostilidad. En el asunto del restaurante Mykonos, acusaron a nuestro presidente de la República de entonces y lo querían llevar a juicio. ¡Plantearon su nombre como acusado en el tribunal! ¿Qué hacemos con esos? ¿Ir a suplicar? ¿Ir y decir “oigan, señores, trátennos mejor”? Nosotros no les hemos hecho nada. Son ellos quienes son hostiles. Si nosotros no nos mantenemos firmes frente a la hostilidad de los enemigos con valentía y autoridad, se nos comerán, ¡se nos tragarán! Y cuando digo “nosotros”, me refiero al país, a la nación, porque por lo demás un servidor y los que son como uno no importamos. Es el país lo que se tragarán. Nosotros somos responsables del país, somos responsables de la nación y somos responsables ante la historia. No debemos permitirlo» (10/03/2016).

¿Cómo debe ser la interacción con el mundo?

Atención a la dignidad, la sabiduría y la conveniencia

«Hay quienes hablan de “diplomacia activa”. Sí, yo creo en la diplomacia activa. Tengo la convicción de que nuestro Ministerio de Exteriores debe mantener actividad en todo el mundo ―con esas cuantas salvedades que hemos hecho―. Por supuesto, he dicho muchas veces que no se han de dejar de lado la dignidad, la sabiduría y la conveniencia. Vayan y mantengan relación con todos los Estados, los distintos sistemas, distintas creencias y métodos diversos. No hay nada que objetar, si bien hay un área vedada que no debe traspasarse» (02/05/1990).

Defensa de la identidad, la independencia y la dignidad nacionales

«Nosotros no estamos peleados con nadie. A quien quiere dominarnos otra vez, le decimos “no, señor, de eso nada”. Eso no lo permitimos. El conflicto del sistema islámico con quienes pretenden desafiarlo es por eso. No hay otro problema. Todos los países del mundo se enfrentan a retos en su interacción por fuerza y de manera natural; eso no es importante. Lo importante es que el pueblo iraní y el sistema islámico están en pie y tienen la intención de defender su identidad, su independencia y su dignidad nacionales» (16/06/2004).

Confiar en aspectos internos

«En el país tenemos muchas capacidades, y las capacidades de esta nación, que consisten tanto en medios humanos como medios naturales, medios geográficos y posición geográfica, se deben aprovechar. Claro está que también apoyo la actividad diplomática. Cuando digo que las cosas se deben arreglar desde dentro, eso no quiere decir que cerremos los ojos y no mantengamos actividad diplomática ni colaboremos con el mundo. Claro que sí, la actividad y la presencia diplomáticas son cosas muy necesarias, y los responsables que se ocupan de ellas son parte de la labor. Sin embargo, lo fundamental deben ser los asuntos internos. Además, en el campo diplomático, el país que tiene éxito es aquel que se basa en su energía endógena. El Gobierno que puede mantenerse firme en una mesa de negociación diplomática y alcanzar los resultados y objetivos previstos es el que se apoya en un poder interno y en capacidades internas. A un Gobierno así se lo tiene en cuenta» (03/11/2013).

Ser consciente de la posición, las aspiraciones y la fuerza propias

«Es muy importante, al interactuar con el mundo, que uno conozca su propio lugar, lo que quiere, la fuerza y energía de que dispone y lo que quiere hacer. Hoy por hoy, el mundo no es un espacio sin dificultades, apacible y sin rivales, de modo que uno pueda decirse “bien, tenemos ciertos intereses y poco a poco iremos en pos de ellos”. No, el mundo no es así. Por otra parte, la situación ha sido siempre esta misma. Hoy día, dados los estrechos vínculos que existen entre los individuos, eso se ha exacerbado. El mundo es un lugar de conflicto, de obstrucciones y de agresiones de los poderosos a quienes carecen de fuerza o tienen poca. Es literalmente la ley de la selva lo que rige en el ámbito político mundial. Todo esto que están haciendo ahora los Gobiernos arrogantes, con Estados Unidos a la cabeza, no tiene detrás una lógica política racional que encaje a nivel internacional. Lo que tiene detrás es la lógica de la fuerza. Lo que dicen es: “Como podemos, ¡lo hacemos!”. La lógica es la de la fuerza. En semejante mundo, si uno se rinde y da muestras de capitulación, sin mantenerse firme en su posición ni emplear sus capacidades para plantar cara, definitivamente sufrirá daños» (26/08/2007).

Marcar las diferencias con el enemigo

«Un deber que debemos tener siempre presente ―en particular, hoy en día― es el de marcar correcta y explícitamente las diferencias con el frente enemigo: marcar las diferencias. Dice esta noble aleya: “Hay para vosotros un buen ejemplo en Abraham y en quienes estaban con él, cuando dijeron a su gente: ‘En verdad, nos apartamos de vosotros y de lo que adoráis en lugar de Dios; descreemos de vuestra fe y comienza entre nosotros y vosotros la enemistad y el odio para siempre hasta que creáis en el Dios único’” (60:4). El Corán no habla solo de historia, sino que dice con claridad: “Ahí hay un buen ejemplo para ustedes” ―Hay para vosotros un buen ejemplo en Abraham―. En otras palabras, deben ustedes ser así; tienen que marcar las diferencias, lo que no quiere decir que cortemos la relación. Presten ustedes atención, y que no falten a la verdad diciendo que ustedes dicen ser enemigos del mundo entero. No. Marquen las diferencias. Que no se difuminen las lindes. Aquellos que tratan de quitar importancia y relevancia a la independencia en nombre de la mundialización, la disolución y la adaptación a la comunidad global, escribiendo artículos y hablando no prestan ningún servicio al país. ¿Dicen ustedes que mantengamos relaciones con el mundo? ¡Muy bien, mantengánlas! Pero que quede claro con quién mantienen relaciones, por qué las mantienen y qué tipo de relaciones son. Que esas cosas estén claras. Marcar las diferencias es eso» (06/03/2014).

No aceptar imposiciones ni coacciones de las potencias

«La dignidad de una nación en las distintas políticas y en su interacción con los demás países, Gobiernos y potencias reside en gozar de una voz independiente: que ante las potencias se presente como un Gobierno o un sistema político tales que no puedan imponerle su voluntad en ningún asunto» (04/06/2009).

«En Irán, nadie es partidario ni tiene deseos de negociaciones ni relaciones con Estados Unidos. Esas cosas que se dicen son algo distinto, sin relación alguna con la relación y las negociaciones. Estados Unidos tiene deudas con nosotros que tiene que saldar. No cabe duda de que nuestras propiedades allá están bloqueadas. Deben liberarlas y entregar lo que es justo a quien tiene derecho a ello. Nuestras reclamaciones de Estados Unidos y el bloqueo de nuestros bienes allí no tienen nada que ver con una relación política. Deben dar al dueño lo que le corresponde.

Al margen de esas excepciones, nosotros actuamos de manera abierta en la creación de vínculos, y no planteamos ninguna condición, salvo la de una relación sana basada en los intereses de ambas partes y la ausencia de recurso a la coacción y la dominación. Nuestro principio y fundamento político de “ni orientales ni occidentales” sigue en cualquier caso en su lugar. Conforme a ese principio, nuestra política no se subordinará a ningún polo ―ni Oriente ni Occidente―, siendo ese uno de nuestros principios fundamentales, sobre el que no cabe ninguna duda y que no es alterable» (22/08/1989).

No olvidar los precedentes de hostilidades

«Nosotros creemos en la interacción con el mundo, y en la interacción con el mundo hay que conocer a la otra parte. Si no la conocemos, daremos pasos en falso. No olvidemos el historial de nuestro enemigo. Es posible que en un momento dado uno no saque a la luz ciertos antecedentes. No pasa nada. Ustedes están frente a alguien en un momento dado, quieren hacer algo, conocen ciertos antecedentes de ese alguien y no consideran conveniente sacarlos a la luz. No pasa nada, pero que esos antecedentes no se les olviden. Si los olvidan, darán pasos en falso y se verán perjudicados» (21/07/2013).

Conocer a la otra parte y sus estratagemas

Tener en cuenta los objetivos fundamentales y a gran escala de la otra parte

«No hay nada de malo en interactuar con el mundo. Nosotros hemos estado interactuando con el mundo desde el principio, pero en la interacción hay que conocer a la otra parte y deben conocerse sus estratagemas. Hay que tener en consideración los objetivos fundamentales y a gran escala. Puede ocurrir que les cierre el paso un enemigo, diciendo que no deben avanzar por ahí. Llegar a un arreglo con él no quiere decir aceptarlo y volver atrás. El arte está en actuar de tal modo que puedan ustedes seguir su camino y él no se lo impida. De lo contrario, si acuerdo y entendimiento es que él diga que ustedes deben volver sobre sus pasos y que ustedes digan que muy bien, eso supondrá un perjuicio. Esto tiene que ser objeto de la atención de responsables y gobernantes» (21/07/2013).

Notas

(1) De la frase sapiencial n.º 31 del Cumbre de la elocuencia: «Y quienquiera que sea hostil a los impíos y entre en cólera por Dios, Dios entrará en cólera por él y lo satisfará en el Día de la Resurrección».