«La radio y la televisión no son un medio para entretener, sino para instruir. Hoy en día, el mundo utiliza la radio y la televisión de manera meditada para la instrucción, en todas sus formas. Los propios sionistas se dedican a instruir en la corrupción, gastando ingentes sumas de dinero, miles de millones de dólares cada año, a través de la radiotelevisión. En los países dominados dirigidos por corruptos gobernantes coloniales, la radiotelevisión enseña al pueblo a estar distraído, indiferente, entregado a la lujuria, la vida disoluta y el alcoholismo» (06/12/1989).