«Otra cuestión es el progreso económico y la resolución de los problemas de la gente. Uno de los objetivos que persiguen con estos embargos es justamente separar a la gente del sistema; que la gente tenga problemas, que haya desempleo, que haya recesión, que haya problemas económicos diversos; y que nosotros estemos hablando como si nada mientras la gente tiene problemas. Imponen embargos para que pase eso y, cuando parece que quitan los embargos, los quitan de tal manera que esos problemas no se resuelvan. Ante esto, ¿qué debemos hacer? El antídoto que proponemos es obrar nosotros de modo que la economía sea fuerte, resistente y sólida, es decir, la economía de resistencia de la que hemos hablado una y otra vez. Ese es además uno de los factores de soberanía del país. Cuando un país tiene una economía fuerte, su divisa se aprecia, sus responsables se hacen más valiosos también, adquiere crédito incluso su gente, a la que ya no se le pueden hacer imposiciones. He dicho muchas veces que tenemos que ir dejando a un lado esta manera de chupar petróleo y ser dependientes de él. La política del petróleo y las subidas y bajadas de su precio están en manos de otros. El petróleo es nuestro, pero su control está en manos de otros. Debemos lograr hacer resistente la economía del país, hacer de tal modo que le demos solidez. Ese es uno de los factores de soberanía» (08/01/2017).