«La esperanza en la victoria es hoy mayor que nunca. La relación de fuerzas ha cambiado mucho a favor de los palestinos (...) Hubo un día en que el joven palestino se defendía lanzando piedras; hoy, responde al enemigo lanzando misiles de precisión (...) El enemigo sionista se ha hecho año a año más débil; su ejército, que se presentaba a sí mismo como “ejército nunca derrotado”, se ha convertido hoy por hoy, tras las experiencias de la Guerra de los 33 Días en El Líbano y las guerras de los 22 Días y los 8 Días en Gaza, en un ejército que ya no verá el color de la victoria. Para ese régimen pretencioso, su situación política, que no ha podido evitar cuatro elecciones en dos años, y su situación en materia de seguridad, con los fracasos que sufre uno detrás de otro, así como el deseo creciente de los judíos por emigrar en sentido inverso, son causa de deshonor» (07/05/2021).