«Durante un tiempo, los aparatos propagandísticos y políticos de los enemigos de la nación iraní incidieron en crear temor a Irán ―algunos, islamofobia, y otros, iranofobia―. Pues la popularidad del pueblo de Irán creció entre los pueblos del mundo y, hoy en día, ya no pasa eso solo con el común de la gente de entre las naciones, sino también con las grandes personalidades del mundo cuando son desinteresadas. Vean ustedes sus declaraciones. A la nación iraní la juzgan como una nación perseverante, una nación inteligente, una nación paciente… Ese es el prisma a través del cual miran al pueblo de Irán. Tal es el fruto que ha dado hoy esa estrategia de crear miedo a Irán. Lo que temen los pueblos no es el sistema de la República Islámica ni al pueblo de Irán, sino la dominación estadounidense. Es Estados Unidos el que es conocido por sus imposiciones, por sus injerencias en los asuntos de los países y por causar guerras. Los pueblos reconocen a los Estados Unidos como un Estado que causa guerras y conflictos y que se entromete en los asuntos de las naciones. Es de Estados Unidos de quien tienen miedo los pueblos, y Estados Unidos a quien odian. Con la ayuda de Dios, día a día el nombre del sistema de la República Islámica ha ido quedando más limpio, y el honor de la nación iraní ha ido creciendo, y ese proceso continuará» (08/02/2014).