«Las mujeres son más fuertes que los hombres. Con tacto y delicadeza, las mujeres son capaces de manipular al hombre como quieren. Es algo que ve uno con la experiencia y que se puede demostrar también mediante el razonamiento. Es una realidad. Sí, hay mujeres que actúan sin tacto y no son capaces de hacerlo, pero la mujer que tenga tacto puede volver al hombre dócil, como el que es capaz de domar a un fiero león y montarlo. Eso no quiere decir que sea físicamente más fuerte que él, sino que ha sido capaz de usar ese poderío espiritual. Las mujeres tienen esa capacidad, pero mediante la delicadeza. Y al decir delicadeza no me refiero a la constitución corporal o la estructura física, sino a la delicadeza en el pensamiento, el raciocinio, la perspicacia y la capacidad de toma de decisiones que ha dado a la mujer Dios el Altísimo» (11/05/2013).