«Una de las cosas que como responsable político más me preocupan es la alocución al profeta Jonás (con él la paz), que había hecho algo movido por la desesperación y el agotamiento, porque su pueblo no le respondía. Entonces, Dios el Altísimo dijo a aquel profeta, que había pasado toda una vida esforzándose entre aquella multitud, y para el cual la palabra cansancio no significaba nada: «Y cuando Du l-Nun se fue indignado, pensando que no lo pondríamos en dificultades» (Sagrado Corán, 21:87). «Se imaginó que no seríamos estrictos con él… Pues no, señor, sí somos estrictos con él». Y lo fue, con aquel tremendo castigo que acaeció al profeta Jonás. Yo mismo, cuando siento una inactividad ―ya sea en mí mismo, en otros o en los responsables―, recuerdo lo de «pensando que no lo pondríamos en dificultades». Nos imaginamos que esa falta de atención, de esfuerzo o de actividad no suscitará una reacción severa por parte de Dios Altísimo y Todopoderoso. Pues sí, sí la suscitará» (22/02/2021).