«Hay algunos que constantemente están susurrando al oído de la población, de manera peligrosa y nociva, que es inútil, que no podemos y que es imposible, cuando sí se puede. Nosotros podemos realizar muchas grandes obras. Fíjense: lo que quiero decir es que, cuando podemos fabricar una lanzadera espacial con calidad como para propulsarla a esa velocidad de 7500 metros por segundo ―es decir, en un segundo, siete kilómetros y medio― y podemos poner nuestro propio satélite en la órbita que queremos, hay muchas otras cosas que tenemos que poder hacer. La persona que hoy produce esa lanzadera y manda al espacio ese satélite ―esa misma persona, esa misma intención, esa misma mano― podrá dentro de poco colocar ese mismo satélite en la órbita de 36 000 kilómetros que tenemos en mente (…) Lo que yo digo es que, cuando somos capaces de llevar a cabo algo tan grande en el campo militar o, pongamos por caso, en el campo del lanzamiento de satélites espaciales, ¿por qué no vamos a poder producir un automóvil que consuma, por ejemplo, cinco litros de gasolina en cien kilómetros? Nos detenemos siempre en un automóvil que consume, pongamos, doce, diez u ocho litros. Pero, cuando tenemos en nosotros esa capacidad y ese espíritu de iniciativa, existirá en el país en todos los terrenos, tanto el industrial como en otros diversos, como la agricultura y los servicios» (06/05/2020).