«Visto de lejos, lo ocurrido en Jorramshahr (1) es solo un suceso histórico más pero, de cerca, aquello pareció un gran milagro. A un lado estaba Irak, con el respaldo de Estados Unidos, la URSS, la OTAN y el Pacto de Varsovia. Al otro, el sistema de la República Islámica de Irán. Los recursos financieros del país eran muy escasos; las Fuerzas Armadas estaban desorganizadas. El instrumental bélico era en parte viejo y estaba desgastado. Otra parte esperaba recambios que no nos vendían. Al principio, las tropas iraquíes avanzaron y penetraron hasta 13 o 14 km de Ahvaz. Entraron en escena milicias populares, jóvenes devotos, hombres y mujeres revolucionarios, y el enemigo quedó bloqueado cerca de Ahvaz. Nadie en el mundo creía que nuestras Fuerzas Armadas pudieran retomar Jorramshahr, porque Jorramshahr se había perdido. Cuando nuestras Fuerzas Armadas iniciaron su movimiento con la operación Beit ol-Moqaddás, apoyándose en sus propias fuerzas y confiando en Dios nadie en el mundo creía que pudieron liberar Jorramshahr, pero pudieron. Cunado anunciamos que habíamos retomado Jorramshahr, las agencias de noticias del mundo no quisieron difundir la noticia hasta uno o dos días después. Hoy en día, todo el empeño de Estados Unidos y el frente de la Arrogancia es quitarnos elementos de potencia y resistencia. Por la gracia del Creador, nosotros resolvemos los problemas y somos capaces de poner al enemigo en su lugar. Por más fuerte que sea el enemigo en materia de instrumental militar, ante una nación cohesionada, devota y con esperanza en el futuro, es incapaz de cometer el más mínimo desatino» (22/05/2002).

1) 24 de mayo de 1982, el aniversario de la liberación de la ciudad de Jorramshahr que estaba ocupada por las tropas del régimen baazista de Irak.