«Actualmente, lo que nos dice Estados Unidos es que dejemos de lado completamente la industria nuclear (...) En unos años, necesitaremos al menos veinte mil o treinta mil megavatios de electricidad de origen nuclear, que o bien no podemos obtener por otra vía, o bien no compensa. ¿Qué hacer entonces cuando llegue el día en que tengamos esa necesidad? ¿A qué puerta podemos ir a llamar? ¿Vamos a pedir y mendigar a Estados Unidos o a Europa, diciéndoles que tengan a bien darnos electricidad nuclear o que nos organicen el enriquecimiento? ¿Lo harían? En el mañana hay que pensar desde hoy. Esas necesidades no son necesidades que se puedan satisfacer en seis meses, un año o dos. Hay que prepararlo desde antes» (31/07/2020).