«El remedio al bloqueo pasa única y exclusivamente por apoyarse en las capacidades nacionales. Hay que preservar todas esas capacidades que tenemos (...) Tenemos amigos influyentes en el mundo. Claro está, no es que nos apoyemos en los Gobiernos amigos. No, en quien nos apoyamos es en Dios el Altísimo y en nosotros mismos. Incluso aunque no tengamos amigos poderosos en el mundo, haremos lo que tenemos que hacer y seguiremos adelante. En el periodo de la Sagrada Defensa, se oponía a nosotros tanto el bloque oriental como el bloque occidental. Igual estaba contra nosotros y nos era hostil la Unión Soviética que estaban contra nosotros Estados Unidos y la Europa de entonces. Sin ellos, pudimos resistir ocho años y derrotar al enemigo. Pudimos poner a Saddam de rodillas y hundirlo en la miseria. Fuimos capaces de ello. Es decir, que en quien nos apoyamos es en Dios y en nosotros mismos, pero, al fin y al cabo, si Dios quiere, aprovechamos también al máximo las capacidades de nuestros amigos» (31/07/2020).