«¿Quién es el mejor? (…) El mejor es aquel que comprenda el mal que aqueja al país, quien conozca el dolor del pueblo, quien sea uno e íntimo con el pueblo, quien esté alejado de la corrupción y no busque el boato. Nuestro gran flagelo es la fascinación por los lujos y el boato. Si un responsable político es dado a los lujos y los boatos empujará a la gente hacia la suntuosidad y el despilfarro (…). Lo primero que tenemos que hacer es elegir como responsables del país a personas de talante popular y vida sencilla, que conozcan las penas de la gente y sientan en sí mismos su dolor» (12/05/2009).