«Si alguien está convencido de que ha habido fraude, primero tiene que argumentarlo y aportar indicios de la existencia de ese fraude. Luego, tanto si aporta indicios como si no, la ley marca el camino: puede denunciarlo. Debe inspeccionarse y revisarse; que vayan personas imparciales y miren, a ver si ha habido fraude o no. En fin, ese es el camino. Si alguien no se pliega a ese camino y no acepta seguirlo, (…) se está rebelando» (26/10/2010).