«La victoria de la República Islámica (durante la guerra de Saddam contra Irán) brilla como el Sol. Cuando todos los poderosos del mundo del momento se echan encima de un país para derrocar su sistema político, dominarlo y dividir su territorio ―porque su intención era disgregar partes del oeste y el sudoeste del país―, emplean en ello todas sus fuerzas durante ocho años y al final son incapaces de hacer nada de nada, ¿acaso cabe mayor victoria? (...) El majestuoso país que es Irán logró mantenerse firme frente al poderoso mundo que tenía frente a sí ―el Este, el Oeste, Europa, Estados Unidos, la Unión Soviética y todos los demás― y alzarse con la victoria frente a ellos (...). Que a veces se diga, y con razón, que «la Sagrada Defensa es parte de la identidad nacional» se debe a que en la Sagrada Defensa se manifestó la sublime identidad de la nación iraní, que fue capaz de salir victoriosa de la guerra» (21/09/2020).