«Cuanto más elevada sea la posición que uno ocupa, tanto en lo personal como en lo jurídico, mayor es la importancia de sus actos, ya sean estos positivos o negativos. Advierten ustedes que Dios el Altísimo se dirige en el Corán a las esposas del Profeta y les dice: “¡Oh, esposas del Profeta! ¡Quien de vosotros cometa un pecado evidente, recibirá doble castigo!” (33:33). Lo que de ustedes cometa un acto incorrecto, será castigada con el doble de dureza. En otras palabras, si un acto incorrecto merece para Dios el Altísimo un castigo de 100 golpes cuando lo realiza otra mujer, si es una de ustedes quien lo comete el castigo es de 200 golpes. ¿Por qué? Por ser ustedes esposas del Profeta. “Y a quienes de vosotros obedezcan a Dios y a Su mensajero” (33:31) se las recompensará el doble. Cuando hagan algo bueno, la recompensa es doble, y eso es por la importancia de la posición que ocupa cada ser humano. A mí a menudo me entra pena por el profeta Jonás (con él la paz de Dios). ¿Qué hizo para decir: “¡Gloria a Ti! ¡En verdad, he sido de los opresores!” (Sagrado Corán, 21:87), después del duro castigo que le infligió Dios el Altísimo? Pues resulta que, por más que predicó a su pueblo, hiciera lo que hiciera no lo escuchaban de modo que se enfadó con ellos y se fue. Eso es lo que hizo. Pero un ulema que está haciendo su prédica en una ciudad y, cuando la gente no lo escucha, coge y decide irse está obrando mal. ¿Pero debe eso castigarse echándolo al mar, a la tripa de una ballena? Dios el Altísimo le dijo entonces, que, si no lo hubiera glorificado, “habría permanecido en su estómago hasta el día en que todos serán resucitados” (Sagrado Corán, 37:144). ¡Iba a permanecer en la tripa de la ballena hasta el Día del Juicio! ¿Era ese el castigo adecuado? Sin embargo, así es como castigó Dios el Altísimo a Jonás. ¿Por qué? Porque era profeta. Le dijo: “tú eres profeta” y, aun así, “pensó que no seriamos estrictos con él” (…). Así son las cosas. Tú eres distinto de las personas normales, Si alguien normal hace algo que, merezca reprobación y tú haces lo mismo, tu castigo será el doble. Es distinto también» (26/06/2019).