«El sistema de dominación se opone por sus fundamentos a la libertad y la justicia (...). en los propios países ricos del sistema de dominación, como EE. UU. y algunos países europeos ricos, hay gente que se muere de hambre en la calle. En verano, los sintechos se mueren en la calle de calor y, en verano, se mueren en la calle de frío. La mayoría de la riqueza de esos países está en manos de un número de personas extremadamente reducido, y los demás tienen que bregar para poder comer y mantenerse. A quienes no son capaces, como he dicho, les toca sentarse en la calle y vivir ahí. De manera que ese sistema es contrario a la justicia. Y eso, en sus propios países; con la gente del resto del mundo, cometen toda la injusticia que puedan, sin contemplaciones» (27/11/2019).